Miles de manifestantes salieron a las calles en diversos estados de México para participar en marchas promovidas como "pro-mujer y pro-vida" y repudiando una decisión reciente de la Corte Suprema que despenaliza el aborto.

Las marchas en al menos 89 ciudades de todo el país se "organizaron con poca antelación", dijo el obispo auxiliar Alfonso Miranda Guardiola de Monterrey, secretario general de la conferencia episcopal mexicana, que ayudó a promover las manifestaciones del 3 de octubre.

"Esperamos que sea el comienzo del despertar de nuestro pueblo", dijo el obispo Miranda a Catholic News Service. " Y el vencimiento de una espiral de muerte y de silencio. El despertar de la mayoría silenciosa que está a favor de la vida".

La marcha más grande se llevó a cabo en la Ciudad de México, con miles de manifestantes corriendo por las calles gritando: "¡Sí a la vida!" En el emblemático monumento del Ángel de la Independencia, cantaron el himno nacional y se reunieron para una manifestación.

"Queremos proponer un gran acuerdo nacional a favor de la mujer y de la vida", dijo Irma Barrientos, activista y portavoz de las marchas, leyendo una declaración. "Estamos aquí porque por encima de todas estas dificultades, creemos que podemos ayudarnos unos a otros. Estamos aquí porque queremos dejar atrás el reproche y la división, y queremos construir y unir. Queremos un México unido, no un México dividido entre la vida y la muerte".

"Hoy dejamos atrás nuestras divisiones y queremos empezar a construir".

Los números exactos de manifestantes no se saben; Los organizadores hablaron de 1 millón de manifestantes en todo el país y dicen que llevaron 500 autobuses a la Ciudad de México desde estados periféricos, mientras que varios periódicos mexicanos dicen que algunas 10,000 personas participaron en las protestas de la capital.

Muchos manifestantes iban vestidos de blanco con pañuelos azules, un símbolo del movimiento provida en América Latina, en contraste con los pañuelos verdes que usan las mujeres que se manifiestan por el acceso al aborto. Se alentó a todos los manifestantes a usar máscaras y tomar precauciones contra el COVID-19.

Las grandes protestas provida han ocurrido esporádicamente en México, sobre todo en 2016 después de que el gobierno federal propuso legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo en todo el país, pero con menos consistencia y fervor que otros países latinoamericanos.

Las protestas provida también ocurrieron durante las sesiones de septiembre de la Corte Suprema, que derogó una ley en el estado norteño de Coahuila, que efectivamente despenalizó el aborto en todo el país.

La conferencia de obispos mexicanos expresó su consternación por el fallo, pero también afirmó que para la mujer que se somete a un aborto "la cárcel nunca será la solución".

La Corte Suprema también revisó los límites de la objeción de conciencia para el personal médico, pero finalmente pidió al Congreso que elabore nuevas pautas.

"La sociedad está dividida ... Pero queremos crear conciencia", dijo Lianna Rebolledo, portavoz de las marchas.

"Estas marchas del 3 de octubre no son el final. Nos gustaría un diálogo nacional. Queremos propuestas para implementar políticas públicas de apoyo a la mujer y la vida", dijo Barrientos en una entrevista. "Tenemos que dejar de pensar que quitar una vida humana va a resolver los problemas sociales de México".