BUENOS AIRES, Argentina -- Las autoridades de la ciudad de León, Nicaragua, eligieron un lugar inusual para montar un ring de boxeo y organizar peleas: el patio de la catedral local. Incluso programaron los combates para el 19 de abril, justo cuando el obispo de León, René Sándigo, celebraba su cumpleaños.

"El ring de boxeo fue el obsequio funesto que envió la dictadura" a Monseñor René Sándigo en el día de su cumpleaños. "Ni eso respetaron los dictadores. Dictadura criminal, vulgar y profanadora de templos", publicó en X el 20 de abril Martha Patricia Molina, abogada nicaragüense que documenta las hostilidades contra la Iglesia Católica.

"Dictadura sandinista ordena a las Alcaldías utilizar los atrios de las parroquias para realizar actividades paganas y profanar así los templos", dijo en otro post del 20 de abril. "Las misas se han tenido que suspender en algunos templos" debido al ruido, dijo Molina.

La imposición de espectáculos fuera de los lugares de culto sucede en medio de la represión contra los católicos en Nicaragua, donde el régimen del presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, han tachado a sacerdotes y obispos de "terroristas" y "golpistas", al tiempo que han restringido las manifestaciones públicas de fe, como procesiones y fiestas patronales.

Los combates de boxeo fuera de las iglesias han interrumpido las actividades en su interior, e incluso han impedido el acceso a las parroquias o han obligado a cancelar las misas y han dejado destrozos en las instalaciones eclesiásticas, como espectadores orinando en las paredes de la Catedral de León, según informes recogidos por Molina.

"Generalmente estos eventos de boxeo en Nicaragua los hacen en los estadios … pero lo hacen ahí para ofender la fe católica", dijo Molina a OSV News.

El obispo Sándigo, que no se ha pronunciado contra el régimen, "eso no lo va a denunciar", añadió Molina, "porque además ahora permanece el obispo 24 horas bajo vigilancia".

El régimen sandinista que gobierna Nicaragua ha enviado a la policía a detener a sacerdotes en sus parroquias, ha desplegado turbas para interrumpir las celebraciones de la Eucaristía y ha hecho que paramilitares espíen al clero tanto dentro como fuera de sus iglesias, según las fuentes.

Molina dijo que los sacerdotes han recibido "visitas de cortesía" de la policía, que les advirtió que cuidaran su lenguaje en misa. Decir palabras como "justicia" y "libertad" están prohibidas.

"Sinceramente, no sé cómo están haciendo los sacerdotes para pronunciar su homilía y sin meterse mucho a estar denunciando y anunciando el Evangelio", dijo Molina. "Ya están siendo vigilados y saben que, si mencionan este tipo de palabras, entonces inmediatamente van a hacer este investigados, encarcelados o desterrados".

El régimen sandinista exilió a 18 eclesiásticos al Vaticano en enero, incluido el obispo Rolando Álvarez de Matagalpa, que había sido condenado a 26 años de prisión en 2023 por cargos de conspiración y difusión de información falsa.

El régimen anunció en un tono inusualmente cortés el exilio de los eclesiásticos, que se produjo tras una oleada de detenciones de clérigos durante la temporada navideña y nuevas negociaciones con el Vaticano.

Pero Molina dijo que la represión eclesiástica sigue siendo generalizada. Al menos 131 religiosos y 91 religiosas han sido expulsados o exiliados de Nicaragua desde 2018, según el recuento de Molina. Unos 34 eclesiásticos han sido expulsados o exiliados en lo que va del año, lo que pone a Nicaragua en camino de superar los 62 eclesiásticos forzados a salir del país en 2023.

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David Agren escribe para OSV News desde Ciudad de México. Actualmente se encuentra en Buenos Aires, Argentina.