Un grupo de hermanas Carmelitas Descalzas emitió un comunicado con sus reflexiones sobre el plebiscito de la nueva constitución, lo que provocó reacciones dentro de la iglesia, incluyendo de otras monjas.
"Si rechazamos la propuesta de una nueva constitución", indicaba el comunicado de los Carmelitas, "estamos rechazando la posibilidad de dar un gran paso adelante en el futuro de nuestro país".
Los chilenos votarán el 4 de septiembre para aprobar o rechazar una nueva constitución, que reemplazaría un documento que data de la dictadura militar del presidente Augusto Pinochet, quien tomó el poder en un golpe de 1973.
La nueva constitución ha sido descrita como progresista por sus partidarios y ridiculizada por sus críticos. Un extenso documento de 388 artículos declara a Chile un estado "plurinacional", en el que se reconocen los pueblos indígenas. También consagra la protección del medio ambiente, el acceso garantizado a la educación, y la igualdad de género.
Los obispos católicos de Chile instaron a la gente participar en el referéndum y apoyaron el proceso, pero no han dicho cómo votar. Esta votación se produce cuando los obispos abordan las consecuencias de los escándalos de abuso sexual del clero, que han destruido su credibilidad en la sociedad chilena.
Los Carmelitas, con sede en San José de Maipo, mostraron su apoyo a muchos de los artículos progresistas. Su comunicado decía que el reconocimiento de los pueblos indígenas "es un gesto que dignifica a Chile y alegra profundamente a María, Nuestra Señora de Guadalupe".
Su declaración señalaba a un artículo que decía: "Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, conciencia, religión", y otro que decía, "el estado reconoce la espiritualidad como un elemento esencial del ser humano".
Las hermanas continuaron: "Esta nueva constitución es ecológica, respeta y legisla sobre la naturaleza, como nos pide el papa Francisco en la encíclica 'Laudato Si'', en la que nos llama a respetar y amar la 'casa común', la tierra y los bienes naturales comunes".
Sin embargo, otras Carmelitas no compartieron las reflexiones de las hermanas.
La declaración "nos produce profundo dolor", expuso la Asociación de Carmelitas Descalzas en un comunicado el 23 de agosto. "No representa la opinión de las Carmelitas de Chile. Solo representa la voz de un monasterio, el único que no esta asociado a los 13 monasterios de las Carmelitas Descalzas de Chile".
La asociación agregó: "Como mujeres y ciudadanas, cada monja Carmelita, en el ejercicio de nuestras libertades y en conciencia, decidiremos lo mejor para Chile", y enfatizó, "Defendemos la vida desde la concepción hasta la muerte natural".
El obispo auxiliar Carlos Godoy Labraña de Santiago envió una carta a los carmelitas, pidiéndoles que "aclaren que su comunicado respeta la vida del que está por nacer".
En una declaración de junio, la conferencia episcopal chilena pidió discernimiento sobre la constitución y que la gente "ponga primero el bien común del país".
Los obispos ofrecieron una "evaluación positiva" de las secciones de la constitución sobre derechos sociales, medio ambiente, y pueblos indígenas.
Sin embargo, dijeron: "Hacemos una valoración negativa de las normas que permiten la interrupción del embarazo, las que dejan abierta la posibilidad de la eutanasia, las que desfiguran la comprensión de la familia, las que restringen la libertad de los padres en cuanto a la educación de sus niños, y las que plantean algunas limitaciones al derecho a la educación y a la libertad religiosa".
Los obispos expresaron especialmente su malestar con las secciones de la constitución sobre libertad religiosa.
"El problema es que el proyecto . . . apoya el derecho al aborto, asume una orientación cuestionable de la educación sexual donde los padres participan de manera muy insuficiente, y promueve una teoría radical de género; aspectos todos incompatibles con la fe cristiana", dijeron los obispos.