El Papa Francisco ha nombrado a un "cura villero" -uno de los sacerdotes que trabajan en las villas miseria de Buenos Aires- para dirigir la archidiócesis argentina que hasta ahora dirigía el cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.
El 21 de noviembre, el obispo auxiliar de Buenos Aires, Gustavo Carrara, fue nombrado arzobispo de La Plata. Monseñor Carrara, de 51 años, fue ordenado en 1998 por el entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio -actual Papa Francisco- y comenzó a servir en las villas miseria de Buenos Aires. Más tarde se convirtió en vicario para el ministerio de las villas y fue nombrado obispo auxiliar en 2017.
Mariano De Vedia, escritor de religión en el diario argentino La Nación, describió al arzobispo Carrara como «cercano» al Papa Francisco y con un "liderazgo natural."
"Todos los sacerdotes se refieren a él para cuestiones pastorales", dijo De Vedia a OSV News.
El arzobispo Carrara entra en una situación delicada en La Plata, que sirve a una región al sureste de Buenos Aires.
La archidiócesis ha estado vacante desde mayo, cuando el arzobispo Gabriel Mestre dimitió después de sólo ocho meses. El arzobispo dijo que había sido llamado a Roma para responder a preguntas sobre "algunos aspectos de la diócesis de Mar del Plata", después de haber dejado la sede. Se nombraron dos sucesores en Mar del Plata, pero ninguno de ellos fue instalado.
De Vedia dijo que una explicación no oficial de las dificultades en Mar del Plata fue que personas alineadas con el arzobispo Mestre, «que aspiraban a hacerse cargo de la diócesis, aparentemente pusieron obstáculos a los nombramientos» hechos por el Papa.
Monseñor Carrara llega a La Plata en un momento difícil para Argentina. La inflación ha caído bruscamente mientras el Presidente Javier Milei aplica reformas económicas y medidas de austeridad. Pero la pobreza ha aumentado hasta superar el 50% de la población, según las estadísticas del gobierno.
"Lo que podemos ofrecer es cada vez más escaso y nos cuesta más conseguir donaciones porque la gente tiene menos para dar", dijo a La Nación el arzobispo de Mendoza, Marcelo Daniel Colombo, nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Argentina. "La población que va a los comedores no es la misma. Empieza a aparecer gente de clase media baja o que vive sola".