Cinco meses después de haber sido secuestrado, Nabil Habashy Salama, un cristiano copto ortodoxo, fue asesinado a principios de esta semana por militantes del Estado Islámico (ISIS) en Egipto.

En un video del 18 de abril, se puede ver que Habashy de 62 años murió por un disparo en la cabeza mientras estaba arrodillado en el desierto egipcio.

Praying repose for #NabilHabashySalama, kidnapped by Islamists in Egypt in January, and video of his senseless, brutal execution and murder released today. Nabil’s crime was to build a church in North Sinai. #RIP

Praying comfort for his family and community.#ContemporaryMartyrs pic.twitter.com/F0Qs7oFgDh

— Archbishop Angaelos (@BishopAngaelos) April 18, 2021

El hijo de Habashy, Peter Salama, envió un mensaje después de la ejecución en el que dijo que los militantes de ISIS, en un esfuerzo para que el cristiano abandone su fe, “humillaron a mi padre y le rompieron todos los dientes para torturarlo”.

“Sin embargo, a pesar de todo esto, se mantuvo firme”, afirmó.

Salama indicó que “los militantes de ISIS solían contactarme durante el tiempo en que mi padre estaba secuestrado y, aunque sabía que habló bajo presión, él me decía: ‘Todo está bien, gracias a Dios’”.

Las fuerzas de seguridad egipcias capturaron y mataron a tres de los militantes responsables de la muerte de Habashy, que fue secuestrado frente a su casa en Bir-al-Abd, en el norte de Sinaí, en noviembre de 2020.

Habashy era un hombre de negocios, dueño de una joyería, una tienda de celulares y de ropa, además de ser activo en la comunidad cristiana. Usó sus recursos financieros para ayudar a construir la iglesia de la ciudad, St. Mary.

La gerente de comunicaciones de la organización de derechos humanos In Defense of Christians (IDC), Sarah Bassil, señaló a EWTN News que Habashy era “un feligrés muy activo en la iglesia local, y ayudó a construir una de las únicas iglesias en el área, por lo que su pérdida es verdaderamente sentida por la comunidad”.

Salama indicó que su padre “entregó su corazón y su alma a esta iglesia, y siempre decía: ‘No creas que estoy construyendo esta iglesia para este mundo; Me estoy construyendo un hogar en el cielo’”.

En un comunicado, la Iglesia Copta Ortodoxa llamó a Habashy “un fiel hijo y siervo” que “siguió su religión hasta la muerte”.

Bassil señaló que a los coptos de Egipto, la comunidad cristiana más grande del mundo árabe, se les niega muchos derechos legales mientras se enfrentan a una creciente violencia física.

“Desafortunadamente, esta es la realidad para la comunidad copta en Egipto e IDC se preocupa cada vez más por la situación”, agregó.

En 2017 dos iglesias coptas ortodoxas en el norte de Egipto fueron bombardeadas por militantes de ISIS durante sus servicios de Domingo de Ramos. Los ataques mataron al menos a 44 personas e hirieron a más de 100.

Traducido y adaptado por Harumi Suzuki. Publicado originalmente en CNA.