La directora de la Unidad de Desarrollo Hispano de Catholic Relief Services (CRS), Ana Gloria Rivas-Vásquez, hizo un llamado a la solidaridad de los católicos de todo el mundo para socorrer a Cuba, especialmente a sus ancianos, afligidos por lo que denomina como una “pandemia de hambre”.

“Además de la pandemia del COVID-19, se ha sumado una pandemia de hambre en Cuba. Las personas más afectadas son los ancianos. El pueblo de Cuba está envejeciendo y alrededor del 20% son personas mayores”, declaró Rivas-Vásquez a ACI Prensa este 25 de julio, día en que la Iglesia inauguró la primera Jornada Mundial de los Abuelos y las Personas Mayores.

Según datos del 2017 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), los países de Barbados, Cuba y Uruguay presentaron porcentajes de la población de 60 años o más del 20 % y, la proporción de 75 años o más, entre el 6 % y el 7 %.

CEPAL también indicó que la isla se convirtió en la primera economía envejecida de la región desde 2010 debido a diversos factores, entre ellos la disminución sostenida de la fecundidad, disminución de la mortalidad y un saldo migratorio negativo sostenido.

Según el propio gobierno cubano, a fines de 2020 se reportó que el 21.3% de su población tiene más de 60 años. Algunas estimaciones señalan que un futuro próximo un tercio de los habitantes de la isla serán personas de la tercera edad.

En ese contexto, la agencia humanitaria católica CRS informó que viene trabajando de la mano de Cáritas Cuba desde hace aproximadamente 30 años para ayudar a la población vulnerable, entre ésta a las personas ancianas.

Ambas agencias humanitarias cuentan actualmente con un programa de alimentación para adultos mayores en las diócesis de Matanzas, Cienfuegos y Holguín.

Rivas-Vásquez indicó que, debido a la pandemia, ese “programa para ancianos, que, inicialmente se llevaba a cabo en comedores, ahora se realiza de manera individual, casa por casa”.

“También llevamos alimento a personas que están en aislamiento tras haberse contagiado con el virus, lo que dificulta aún más la logística. Sin embargo, gracias a Dios, Cáritas Cuba cuenta con una red de voluntarios que ayudan muchísimo a estas personas que tanto lo necesitan”, añadió.

Rivas-Vásquez comentó que en Cuba “hay escasez de comida y de insumos de higiene y protección”.

En ese sentido, dijo que “nosotros lo que queremos es aumentar la ayuda que brindamos a Cáritas Cuba, porque los ancianos son los más afectados por la crisis”.

“Hacemos todo lo posible para que la comida llegue a nuestro socio. Nosotros trabajamos en más de 100 países alrededor del mundo y siempre buscamos la manera de hacer llegar la ayuda a los más necesitados. Tenemos casi 80 años de experiencia en muchos medioambientes distintos”, comentó.

Rivas-Vásquez comenta que CRS cuenta “con donantes católicos y no católicos en los Estados Unidos, muy generosos”, pero que hoy buscan “llegar a más personas para que nos ayuden especialmente con nuestros hermanos y hermanas en la isla”.

“Los donantes acudirán al llamado del Evangelio, de ayudar al prójimo. Desde ya agradecemos mucho toda la ayuda financiera, porque sin eso no podríamos hacer nuestro trabajo. Pero también siempre pedimos oración”, concluyó la directora de la Unidad de Desarrollo Hispano de CRS.