CIUDAD DEL VATICANO -- Trescientos días después del estallido de la guerra en Gaza, el cardenal en el corazón de Tierra Santa dijo que las relaciones interreligiosas han llegado a un punto bajo.

El diálogo entre las comunidades religiosas en Tierra Santa está “en crisis”, dijo el cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca de Jerusalén, el 20 de agosto durante una presentación en el Meeting de Rimini, un evento anual patrocinado por el movimiento Comunión y Liberación.

“Un encuentro entre judíos y musulmanes, entre israelíes y palestinos, en este momento es casi imposible”, dijo. “Incluso a nivel institucional es una lucha hablar unos con otros”.

Aunque elogió los numerosos documentos sobre el diálogo interreligioso elaborados en los últimos años, en particular el Documento sobre la Fraternidad Humana firmado en 2019 por el Papa Francisco y el jeque Ahmad el-Tayeb, gran imán de Al-Azhar, el cardenal dijo que después de la guerra en Tierra Santa “necesitaremos comenzar una nueva fase” de diálogo y relaciones interreligiosas.

“De un modo u otro, la guerra terminará, y reconstruir la confianza a partir de estas actitudes de desconfianza, de odio, de profundo desprecio, supondrá un enorme esfuerzo”, afirmó.

Sin embargo, señaló que “el diálogo interreligioso debe ser menos para las ‘élites’ y más entre las comunidades; debe llegar a las bases”.

Los líderes religiosos, añadió, tienen la gran responsabilidad de escuchar a otras comunidades religiosas y representar su propia fe, así como “ayudar a su comunidad a no encerrarse en su propia narrativa sobre sí misma, sino a levantar la mirada para ver y reconocer al otro”.

El cardenal Pizzaballa también citó una frase del rabino polaco-americano Abraham Joshua Heschel, quien dijo que “ninguna religión es una isla”.

“En este momento, tengo la impresión de que hemos vuelto a ser un poco como islas, cuidando de nosotros mismos, pero necesitamos levantar la mirada y comprender que no somos islas”, dijo el cardenal.

Aunque dijo que no hay expectativas de que la comunidad cristiana de Tierra Santa, que comprende menos del 3% de la población, tenga un papel en la resolución de la guerra de Gaza, afirmó que los cristianos de la región deben abogar por la posibilidad del perdón en el debate público, “aunque no pueda hacerse en este momento”, porque el perdón “es la única manera de superar este callejón sin salida”.