El Arzobispo de Toledo realizó un acto penitencial después de la polémica suscitada por la grabación de algunas escenas sensuales del videoclip "Ateo" de C. Tangana y Nathy Peluso, rodadas en el interior de la catedral. De esta manera pidió perdón por "las negligencias en el cuidado y respeto al templo”.
El Arzobispo de Toledo, Mons. Francisco Cerro, celebró el pasado domingo 17 de octubre en la catedral de Toledo (España) la apertura de la fase diocesana de la asamblea sinodal convocada por el Papa Francisco.
Al inicio de la celebración, el Arzobispo de Toledo realizó un acto penitencial en el que pidió perdón por “las negligencias en el cuidado y respeto del templo”.
Este acto penitencial se convocó después de la polémica suscitada por la grabación de algunas escenas con baile sensual del videoclip “Ateo” de C.Tangana y Nathy Peluso, publicado el 7 de octubre.
Mediante un acto penitencial especial en la@sicp_de_toledo da comienzo el inicio de la fase Diocesana del #Sínodo que tendrá lugar en Roma en el 2023.
Después de la eucaristía, se envía a todas las parroquias @architoledo, para vivir en clave sinodal. pic.twitter.com/WI5WfjPSpd— Francisco Cerro Chaves (@Obispofcerro) October 17, 2021
En un comunicado, emitido desde la Archidiócesis el 8 de octubre, se aseguró que “el Señor Arzobispo desconocía absolutamente la existencia de este proyecto, el contenido del mismo y el resultado final” y que lamentaba “profundamente estos hechos y desaprueba las imágenes grabadas en el primer templo de la Archidiócesis”.
Un día después, el 9 de octubre, el Arzobispo Cerro envió otro comunicado en el que aseguraba que “a raíz de los acontecimientos recientes, quiero unir a esta celebración [apertura de la fase diocesana del sínodo de los obispos] una invitación a la conversión, reparación por los pecados y purificación que requiere este tiempo de gracia y renovación interior, y que realizaremos en un especial acto penitencial de la Misa”.
En el acto penitencial realizado el pasado domingo 17 de octubre, el Mons. Francisco Cerro también hizo referencia a “los abusos a personas vulnerables” y a “los pecados contra la unidad y la comunión en la Iglesia, por las críticas destructivas, intencionadas o inconscientes y superficiales”.
Además se pidió perdón por “las inmoralidades y corrupciones que condicionan y empujan al individuo a una degradación moral o física, disuelven los vínculos familiares y desenfocan los verdaderos valores de la vida”.