ROMA – Dirigiéndose a los obispos de Europa Central y Oriental reunidos en Polonia para tratar el tema de los abusos sexuales por parte del clero, el Papa Francisco dijo que “solo desde la verdad y el perdón de las víctimas la Iglesia podrá considerarse un lugar confianza.”
Entre el 19 y 22 de Septiembre, los representantes de los episcopados, órdenes religiosas y laicos se reunirán en Varsovia para la conferencia internacional sobre la protección de niños y adultos vulnerables en las Iglesias de Europa Central y Oriental, organizado por la Comisión Pontificia para la Protección de Menores y la Conferencia Episcopal de Polonia, sobre el tema "Nuestra misión común de salvaguardar a los hijos de Dios".
“Me complace que Polonia reciba a representantes de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores y representantes de las Iglesias locales de Europa Central y Oriental, que brindan asistencia a las víctimas de abuso sexual, así como prevención, que sirve para construir entornos seguros para niños y adolescentes”, señaló el presidente del episcopado polaco, monseñor Stanislaw Gadecki.
El prelado también dijo que "esta reunión nos permitirá no solo mirar las dificultades que enfrentamos hoy, sino también intercambiar experiencias y buenas prácticas, e iniciar una cooperación futura que resulte en acciones conjuntas" en esta parte de Europa".
A su vez, el presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, cardenal Seán Patrick O'Malley dijo que "gracias a la valentía de las víctimas que continúan denunciando, otros se han salvado de este horror".
El purpurado explicó que "no hay lugar ni grupo de personas que sean inmunes a los efectos de este crimen y pecado, que ha penetrado en la Iglesia con trágicos resultados en todos los países y culturas".
El norteamericano, experto en el tema de protección y prevención de abusos y miembro del grupo de cardenales que asesora a Francisco en la reforma del gobierno central de la Iglesia, dijo que “como pastores debemos ser percibidos como personas comprometidas y responsables, siempre y en todo lugar, por la seguridad de los niños confiados a nuestra pastoral. Seguiremos el camino de la ciencia toda nuestra vida. Convertirnos a una cultura de protección es una necesidad urgente”.
“Al dirigirme a los líderes de las Conferencias Episcopales del mundo, reunidas en Roma en febrero de 2019, expresé mi aliento para garantizar que el bienestar de las víctimas no se dejara de lado en favor de la preocupación incomprendida por la reputación de la Iglesia como institución”, dice el Papa en su mensaje.
“Por el contrario, solo enfrentando la verdad de estos comportamientos crueles y buscando humildemente el perdón de las víctimas y sobrevivientes, la Iglesia podrá encontrar el camino para ser nuevamente considerada con confianza un lugar de acogida y seguridad para los necesitados”, dijo el Papa argentino.
Francisco también dijo que las “expresiones de contrición” que pueda hacer la Iglesia “deben convertirse en un camino concreto de reforma, tanto para evitar nuevos abusos como para garantizar a los demás la confianza de que nuestros esfuerzos conducirán a un cambio real y confiable”.
Por el contrario, afirma en el video, “sólo afrontando la verdad de estos comportamientos crueles y buscando humildemente el perdón de las víctimas y los sobrevivientes, la Iglesia podrá encontrar su camino para ser de nuevo considerada con confianza como un lugar de acogida y seguridad para aquellos que lo necesitan”.
Francisco también pide que las expresiones de arrepentimiento se conviertan en un “concreto camino de reforma,” puesto que tal actitud servirá “tanto para prevenir futuros abusos como para garantizar a los demás la confianza en el hecho de que nuestros esfuerzos conducirán a un cambio real y fiable”.
Hacia el final del mensaje, el Papa anima a los participantes de la conferencia a “escuchar la llamada de las víctimas y a comprometerse” porque la cuestión de los abusos toca no sólo el futuro de la Iglesia, sino también del corazón del cristiano.
“Reconocer nuestros errores y fracasos puede hacernos sentir vulnerables y frágiles, eso es seguro”, dijo Francisco. “Pero también puede ser un tiempo de espléndida gracia, un tiempo de vaciamiento, que abre nuevos horizontes de amor y servicio recíproco. Si reconocemos nuestros errores, no tendremos nada que temer, porque será el mismo Señor quien nos habrá conducido hacia aquel punto”
Finalmente, citando una frase de Abraham Lincoln, décimo sexto presidente de los Estados Unidos: “Con malicia hacia nadie y con caridad hacia todos”, el Papa indica cuál debe ser la actitud con la cual trabajar juntos, todos los miembros de la Iglesia para afrontar los desafíos comunes: “Los exhorto a ser humildes instrumentos del Señor, al servicio de las víctimas de los abusos, viéndolas como compañeras y protagonistas de un futuro común, aprendiendo unos de otros a ser más fieles y más resilientes para que, juntos, podamos afrontar los desafíos futuros”.
Entre los aproximadamente 80 participantes del encuentro en Varsovia hay obispos, superiores de órdenes masculinas y femeninas y laicos involucrados profesionalmente en la protección de menores que representan a la Iglesia de rito latino y bizantino de Polonia, Albania, Croacia, Eslovenia, Hungría, Rumania, Moldavia, Bulgaria, República Checa, Eslovaquia, Ucrania, Rusia, Estonia, Letonia, Lituania, Bielorrusia, Serbia, Montenegro, Macedonia del Norte y Kosovo.
En su discurso de apertura el domingo, O’Malley habló de la importancia de la conversión pastoral "como camino misionero para toda la Iglesia".
"La conversión, tanto a nivel personal como institucional, está en el corazón del proceso de renovación y es esencial para lo que el Papa Francisco llama una 'transformación misionera' de la Iglesia", dijo el cardenal.
"Debemos trabajar por un cambio que se incorpore en todos los aspectos de la vida de la Iglesia", dijo el cardenal, "combatiendo los abusos sexuales dondequiera que se hayan producido, independientemente de la condición o el cargo de la persona que haya cometido el delito".
El cardenal O'Malley dijo que muchos sobrevivientes y víctimas han sido tratados injustamente y han sido "rechazados en su sufrimiento por la propia Iglesia” e instó a que, en un futuro, sean protagonistas de la construcción de la Iglesia.
"Adoptando el papel de protagonistas en nuestras comunidades, los supervivientes pueden aportar una importante visión de la verdad evangélica que abre el camino a una nueva evangelización, incluso de la propia Iglesia", dijo.
Aunque el viaje de cada víctima de abusos es profundamente personal y único, los ministros de la Iglesia deben buscar "el perdón de todos los afectados por los abusos sexuales".
El Presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores también llamó a la Iglesia de Europa Central y Oriental para que continúe por el camino de la conversión pastoral, de modo que la Iglesia pueda "recuperar la credibilidad y promover la curación".
"Con la ayuda de personas dedicadas y competentes como las que están reunidas aquí y muchas otras de la región que están comprometidas con el proceso de sanación y reconciliación", dijo el cardenal, "estoy seguro de que estamos en el camino correcto y de que podemos hacer progresos significativos, poniendo siempre en primer lugar la preocupación y las necesidades de los supervivientes mientras avanzamos".