CIUDAD DEL VATICANO -- El secreto para vivir una vida auténtica es orar para comprender lo que es verdaderamente beneficioso según el plan de Dios y dejar atrás lo superfluo, dijo el Papa León XIV.
De hecho, la muerte "puede ser una gran maestra de vida. Saber que existe y, sobre todo, reflexionar sobre ella, nos enseña a elegir lo que realmente queremos hacer de nuestra existencia", dijo el Papa el 10 de diciembre en su audiencia general semanal en la Plaza de San Pedro.
"Rezar para comprender lo que es beneficioso en vista del reino de los cielos y desprenderse de lo superfluo que, en cambio, nos ata a las cosas efímeras, es el secreto para vivir con autenticidad, conscientes de que nuestro paso por la tierra nos prepara para la eternidad", afirmó.
Era la primera audiencia general del Papa León tras regresar de su primer viaje apostólico, una visita a Turquía y Líbano del 27 de noviembre al 2 de diciembre.
Cerca del obelisco de la plaza se podía ver un árbol de Navidad de 25 metros de altura, que llegó el 27 de noviembre y que se decorará por completo y se inaugurará con el belén el 15 de diciembre.
En lugar de utilizar su discurso de audiencia general para resumir su viaje, como era costumbre de sus predecesores inmediatos, el Papa lo hizo después de recitar el Ángelus el 7 de diciembre. En la audiencia, continuó su serie de catequesis sobre el tema del Jubileo "Jesús, nuestra esperanza", centrándose en "la muerte a la luz de la Resurrección".
"Nuestra cultura actual tiende a temer la muerte y trata de evitar pensar en ella, recurriendo incluso a la medicina y la ciencia en busca de la inmortalidad", dijo el Papa León en sus comentarios en inglés.
Sin embargo, la victoria de Jesús al pasar de la muerte a la vida con su Resurrección "ilumina nuestra propia mortalidad, recordándonos que la muerte no es el final, sino un paso de esta vida a la eternidad", dijo. "Por lo tanto, la muerte no es algo que deba temerse, sino más bien un momento para el que hay que prepararse".
"Es una invitación a examinar nuestras vidas y a vivir de tal manera que algún día podamos compartir no solo la muerte de Cristo, sino también la alegría de la vida eterna", dijo el Papa.
"El acontecimiento de la resurrección de Cristo nos revela que la muerte no se opone a la vida, sino que es parte constitutiva de ella como paso a la vida eterna", dijo en su catequesis principal en italiano.
"El Resucitado nos ha precedido en la gran prueba de la muerte, saliendo victorioso gracias al poder del Amor divino. Así nos ha preparado el lugar del descanso eterno, la casa en la que se nos espera; nos ha dado la plenitud de la vida en la que ya no hay sombras ni contradicciones", dijo el Papa León.
Por eso, expresó en el resumen que leyó en español, "preparar el momento de la muerte con la esperanza cierta de la resurrección nos preserva del miedo, nos ayuda a tomar buenas decisiones, nos libera de lo superfluo y nos dispone a la alegría de la vida que no tiene fin".
