A partir del próximo 1 de octubre será obligatorio disponer del Certificado Digital COVID (Green Pass) para poder acceder al territorio del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Según una ordenanza promulgada el pasado 18 de septiembre, y hecha pública este lunes 20, del presidente de la Pontificia Comisión del Estado de la Ciudad del Vaticano en materia de emergencia sanitaria pública, sólo se consentirá el acceso al Vaticano a quienes posean el certificado COVID, ya sea la Green Pass del Vaticano, la Green Pass europea o un certificado verde COVD 19 extranjero válido.
La ordenanza especifica también que, como excepción, no se solicitará la Green Pass “a aquellos que participen en celebraciones litúrgicas”.
Esa excepción se aplicará “durante el tiempo estrictamente necesario para el desarrollo del rito, sin perjuicio de las vigentes prescripciones sanitarias sobre distanciamiento, el uso de dispositivos de protección individual, la limitación de la circulación y de la acumulación de personas y la adopción de las normas de higiene específicas”.
El Certificado Digital COVID, o Green Pass, es un documento código digital que demuestra que la persona que lo porta está vacunada contra el coronavirus SARS Cov 2, o bien que ha padecido la enfermedad y que se ha curado, con el consiguiente desarrollo de anticuerpos contra el virus, o que se ha realizado un test molecular o de antígenos rápido con resultado negativo.
“Las presentes disposiciones”, se indica en la ordenanza, “se aplican a los ciudadanos, residentes en el Estado, al personal de servicio y a cualquier particular en el Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano y en los diferentes organismos de la Curia Romana y de las instituciones vinculadas a ella, a todos los visitantes y a los proveedores de servicios”. El control de acceso lo realizará el Cuerpo de Gendarmería vaticana.
La ordenanza se argumenta en una serie de leyes vaticanas y decretos sobre control sanitario y control de acceso al Vaticano. Se basa también en las declaraciones del Papa Francisco del pasado 7 de septiembre de 2021 donde, según se indica en la ordenanza, “afirmó que es necesario garantizar la salud y el bienestar de la comunidad trabajadora en respeto a la dignidad, los derechos y las libertades fundamentales de cada uno de sus miembros”.
Según se recuerda en la ordenanza, en dicha audiencia el Papa “pidió al Governatorato que elaborase la presente con el fin de adoptar las medidas idóneas para prevenir, controlar y contrarrestar la emergencia sanitaria pública en curso en el Estado de la Ciudad del Vaticano y en las áreas (bajo su soberanía) según los artículos 15 y 16 del Tratado Lateranense en el ámbito de sus específicas condiciones jurídicas”.
El Tratado Lateranense, firmado entre el Estado italiano y la Santa Sede en 1929, supusieron el reconocimiento de la soberanía vaticana por parte del Estado italiano y, de esa manera, el nacimiento del Estado de la Ciudad del Vaticano.