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El Vaticano informó que las proyecciones de un déficit esperado de 33,4 millones de euros (34 millones de dólares) para 2021 terminaron en un déficit de apenas 3,3 millones de euros (3,36 millones de dólares).

"No buscamos superávit, sino la sostenibilidad del servicio de la Santa Sede", dijo el padre jesuita Juan Antonio Guerrero Alves, prefecto de la Secretaría para la Economía, a Vatican News el 5 de agosto.

"Un déficit de 3 millones de euros en un presupuesto de 1.100 millones (1.120 millones de dólares) no es mucho; está prácticamente equilibrado, y no parece una cifra para preocuparse. Pero si hacemos un análisis más detallado, hay algunas áreas de mejora por delante", dijo el día antes de la publicación del estado financiero consolidado de la Santa Sede para 2021.

Por segundo año consecutivo, la Administración del Patrimonio de la Santa Sede, conocida por sus siglas en italiano APSA, publicó un resumen de su presupuesto y activos financieros.

El menor déficit y el superávit de 8,11 millones de euros (8,27 millones de dólares) en el presupuesto operativo se debieron en parte a la reducción de los gastos y al aumento de la cantidad de dinero que APSA aportó para cubrir los gastos de la Curia Romana: 4,6 millones de euros (4,69 millones de dólares) más que en 2020. El padre Guerrero dijo que la Santa Sede reduce sus activos cada año en un promedio de 20 a 25 millones de euros (20,4 a 25,5 millones de dólares) para ayudar a financiar la Curia.

"El rendimiento de los activos y las contribuciones internas no cubren los gastos de la misión. Por eso es fundamental la ayuda del Óbolo de Pedro, que financia las obras de caridad y la misión del Papa, así como la contribución de las diócesis", dijo.

La Curia, dijo, "sigue mostrando una cobertura insuficiente, que yo definiría como un problema eclesial. La misión del Papa está infrafinanciada".

"No podemos actuar sólo sobre los gastos reduciéndolos; llegará un momento en el que no se podrán disminuir más sin comprometer la misión, por lo que estamos trabajando también en formas de aumentar los ingresos". Y es que la Santa Sede vende todos los años bienes para cubrir los servicios curiales", dijo el padre Guerrero.

Con las recientes reformas del Papa Francisco, la APSA, que administra las propiedades e inversiones del Vaticano para ayudar a financiar el trabajo de la Curia Romana, ahora también gestiona los bienes inmuebles, la tesorería y las cuentas que habían sido propiedad de la Secretaría de Estado del Vaticano. Entre ellas se encuentran los fondos papales y las entidades que representan a la Santa Sede, incluida la administración del Óbolo de Pedro. La APSA también funciona como una oficina central de compras para el Vaticano en un esfuerzo por reducir los gastos de la Curia.

Por lo tanto, los estados financieros anteriores sólo consideraban las finanzas de la Curia Romana, que era "sólo el 35% del total", dijo el Padre Guerrero a Vatican News. Ahora la declaración anual ha pasado de abarcar "60 entidades en el ejercicio anterior a 92 en el actual", ya que incluye fundaciones, hospitales y otras participaciones, dijo.

Aunque la oficina que gobierna el Estado de la Ciudad del Vaticano y el Banco Vaticano no están incluidos, la última consolidación de los estados financieros sigue representando "un paso adelante en términos de transparencia y visibilidad de la situación económica general de la Santa Sede", dijo.

Monseñor Nunzio Galantino, presidente de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, dijo a Vatican News el 6 de agosto que la credibilidad y la reputación de la Iglesia "también requieren una gestión competente y transparente del patrimonio".

"Hacer público el estado financiero es una forma concreta de agradecer a quienes, de diferentes maneras, siguen confiando generosamente recursos a la iglesia para su misión", dijo.