CIUDAD DEL VATICANO - El alcalde de Lviv, Ucrania, y un equipo de médicos que atienden a los heridos de guerra, entregaron al Papa Francisco una cruz con un trozo de metralla extraído del cuerpo de una niña.
"Al entregarle la cruz al Papa, esperamos que rece cada día por los niños heridos", dijo el alcalde, Andriy Sadovy, a la prensa el 7 de diciembre tras reunirse con el Papa al final de su audiencia general semanal.
El Papa Francisco pidió a todos los presentes en su audiencia que rezaran para que María conforte a todas las personas que viven bajo la brutalidad de la guerra, especialmente al pueblo de Ucrania.
El papa también señaló la conmemoración del 80 aniversario de la "Operación Reinhard", el plan nazi para matar a los judíos de la Polonia ocupada por Alemania, un plan que logró asesinar a unos 2 millones de judíos.
"Que el recuerdo de este horrible acontecimiento suscite en todos nosotros propósitos y acciones por la paz", dijo el Papa, antes de añadir que "la historia se repite. Vemos lo que está sucediendo hoy en Ucrania. Recemos por la paz".
El doctor Oleh Samchuk, director general de un hospital de Lviv, la Primera Asociación Médica Territorial, acompañó al alcalde y a otros funcionarios en busca no solo de las oraciones del papa Francisco, sino también de su bendición para el Centro Nacional de Rehabilitación Unbroken, una instalación que esperan que aporte curación física y psiquiátrica a las víctimas de la guerra de Rusia contra Ucrania.
"Le mostramos al Papa nuestro proyecto, y él lo bendijo", dijo Sadovy.
Desde que Rusia inició la guerra a finales de febrero, más de cinco millones de ucranianos que huían de los combates han llegado a Lviv, una de las principales ciudades del oeste de Ucrania. Aunque la mayoría continuó hacia países europeos vecinos, Lviv se convirtió en un importante centro de asistencia a los desplazados por la guerra y de organización de la ayuda a las ciudades y pueblos necesitados del este.
Entre los desplazados, dijo, hay 11.000 heridos, "en su mayoría mujeres y niños", que necesitaron cirugía.
El hospital de Samchuk está siempre lleno, dijo, pero el personal sigue haciendo todo lo posible para curar a los heridos, incluso creando un taller para fabricar prótesis.
A principios de diciembre, el hospital también había equipado a dos pacientes con brazos biónicos, gracias al trabajo de una empresa estadounidense-ucraniana, Esper Bionics, ayudada por la holandesa Symphony Solutions.
El sitio web del proyecto -- unbroken.org.ua -- dice: "Nuestro objetivo es ayudar a los ucranianos a permanecer 'intactos' y obtener toda la ayuda necesaria aquí, en su propio país, cerca de sus familias."