WASHINGTON -- Estados Unidos ha atacado tres instalaciones nucleares en Irán, en una operación militar que se produjo en medio de repetidos llamamientos del Papa León XIV y otros líderes religiosos en favor de la paz y el diálogo para poner fin a múltiples conflictos en todo el mundo, incluido el que enfrenta a Israel e Irán.

En un breve discurso a la nación desde Washington a las 11 p.m. del 21 de junio, el presidente Donald Trump anunció que el ejército estadounidense había llevado a cabo "ataques masivos y de precisión contra las tres instalaciones nucleares clave del régimen iraní".

Hablando desde la Casa Blanca, Trump dijo que el objetivo era "la destrucción de la capacidad de enriquecimiento nuclear de Irán y poner fin a la amenaza nuclear planteada por el estado patrocinador del terror número uno del mundo".

"Irán, el matón de Medio Oriente, debe ahora hacer las paces", dijo Trump. "Si no lo hacen, los futuros ataques serán mucho mayores y mucho más fáciles… Habrá paz o habrá una tragedia para Irán, mucho mayor que la que hemos presenciado en los últimos ocho días".

Tras los ataques -- en una medida denominada "Operación Martillo de Medianoche" por los funcionarios de defensa de EE. UU. -- el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, publicó en X que su nación "se reserva todas las opciones" para tomar represalias, advirtiendo que el ataque estadounidense tendría "consecuencias eternas".

En declaraciones posteriores a su discurso del Ángelus del 22 de junio, el Papa León XIV dijo: "Continúan llegando noticias alarmantes desde Oriente Medio, sobre todo desde Irán".

"Hoy más que nunca, la humanidad clama y pide la paz", dijo el pontífice nacido en Estados Unidos.

"Es un grito que exige responsabilidad y razón, y no debe ser sofocado por el estruendo de las armas ni por las palabras retóricas que incitan al conflicto", dijo el Papa León. "Todo miembro de la comunidad internacional tiene la responsabilidad moral de detener la tragedia de la guerra, antes de que se convierta en una vorágine irreparable. No existen conflictos ‘lejanos’ cuando está en juego la dignidad humana".

Los ataques a las instalaciones nucleares iraníes se produjeron sólo dos días después de que el Papa León -- en una entrevista exclusiva con el periodista Ignazio Ingrao de la RAI, la red de medios de comunicación estatales de Italia -- dijera que deseaba renovar su "llamamiento por la paz".

"Debemos evitar a toda costa el uso de las armas y buscar el diálogo a través de los instrumentos diplomáticos", dijo el Papa a Ingrao, añadiendo que hay que trabajar juntos para encontrar soluciones.

Momentos después de la intervención de Trump ante los medios, el arzobispo Timothy P. Broglio, de la Arquidiócesis para los Servicios Militares, Estados Unidos, y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, dijo a OSV News en un comunicado: "Con todos los hombres y mujeres de buena voluntad, rogamos a Dios Todopoderoso que ponga fin a la proliferación de actos de guerra e inspire el diálogo antes de que más personas inocentes sufran daños".

"Mi corazón está con todas las víctimas y también con aquellos cuyas vidas están en peligro", dijo el arzobispo Broglio. "Supliquemos al Príncipe de la Paz el fin de las hostilidades".

Un sacerdote en Israel, cuyo nombre y ubicación OSV News no identifica por razones de seguridad, dijo: "La respuesta de Irán después del ataque de EE.UU. ... ha sido más intensa".

El 19 de junio, Trump había indicado que decidiría "en dos semanas" si intervenía a favor de Israel en su conflicto militar con Irán. Israel lanzó la "Operación León Naciente" contra Irán el 13 de junio, diciendo que era un ataque "preventivo" para evitar que Irán desarrolle capacidades de armamento nuclear.

Irán ha respondido a la operación León Naciente con repetidos ataques de represalia contra Israel, con 24 muertos en Israel y 400 en Irán, según las autoridades de cada país. Los ataques de Estados Unidos contra Irán han aumentado los temores de que estalle una guerra regional más amplia.

El Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, dijo en un post del 21 de junio en la plataforma de medios sociales X que estaba "gravemente alarmado" por el uso de la fuerza por parte de Estados Unidos, que marcó una "peligrosa escalada en una región ya al límite" y "una amenaza directa a la paz y la seguridad internacionales".

Hizo un llamado a la desescalada y a que prevalezca la ley internacional, advirtiendo: "En esta hora peligrosa, es crítico evitar una espiral de caos".

"No hay solución militar", dijo. "El único camino es la diplomacia. La única esperanza es la paz".

El Papa León se hizo eco de estos pensamientos en sus palabras del Ángelus del 22 de junio, diciendo: "La guerra no resuelve los problemas, sino que los amplifica y produce heridas profundas en la historia de los pueblos, que tardan generaciones en cicatrizar. Ninguna victoria armada podrá compensar el dolor de las madres, el miedo de los niños, el futuro robado".

"¡Que la diplomacia haga callar las armas! ¡Que las naciones tracen su futuro con obras de paz, no con la violencia ni conflictos sangrientos!", dijo el Papa.

"Si la diplomacia es posible, la guerra es ilegal", dijo a OSV News Mary Ellen O'Connell, profesora de Derecho y Estudios Internacionales sobre la Paz en la Universidad de Notre Dame. "La diplomacia es necesaria ahora más que nunca para poner fin al derramamiento de sangre sin sentido en todo Oriente Medio. Aunque Irán tiene razón en que es víctima de una grave violación del derecho internacional, no tiene derecho a tomar represalias por mera venganza".

Los sitios nombrados por Trump, en su discurso la noche del 21 de junio, fueron Fordo, una instalación clave de enriquecimiento de uranio ubicada a más de 260 pies bajo tierra; Natanz, una instalación de enriquecimiento previamente atacada por Israel como parte de su Operación León Naciente; e Isfahan, una instalación de investigación también golpeada anteriormente por Israel.

El asalto estadounidense a Irán se llevó a cabo en coordinación con Israel, que carecía de armamento y aviones estadounidenses -- en concreto, el Penetrador de Munición Masiva GBU-57 de 30.000 libras, a menudo denominado bomba "rompebúnkeres", y el bombardero Stealth B-2 capaz de transportarlo -- para destruir el emplazamiento subterráneo de Fordo.

En una rueda de prensa ante las cámaras celebrada el 22 de junio, el Secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el Jefe del Estado Mayor Conjunto, el General Dan Caine, revelaron que el "paquete de ataque" había constado en total de más de 125 aviones estadounidenses, 75 misiles guiados de precisión y 14 bombas "destructoras de búnkeres", e incluía una misión señuelo para eludir la detección de las defensas iraníes. La operación se había lanzado aproximadamente a las 5 p.m. (hora de verano del Este) del 21 de junio, precedida de una planificación de "cuestión de semanas".

Irán confirmó los ataques, sin proporcionar detalles sobre el alcance de los daños, pero los funcionarios afirmaron haber evacuado uranio y equipos del emplazamiento de Fordo y dijeron que los daños "no eran irreversibles".

Sin embargo, Trump dijo que los ataques, que describió como un "éxito militar espectacular", habían dejado los sitios "completa y totalmente arrasados".

También advirtió a Irán de que "quedan muchos objetivos".

"Si la paz no llega rápidamente, perseguiremos otros objetivos con precisión, rapidez y habilidad. La mayoría de ellos pueden ser eliminados en cuestión de minutos", afirmó.

La orden de Trump, sin embargo, suscitó críticas de algunos miembros del Congreso por no informarles primero antes de emprender una acción militar, dado el aumento de los riesgos para los civiles estadounidenses y los 40.000 militares estadounidenses en el Medio Oriente.

"Todavía estamos a la espera de saber hasta qué punto esa acción ha disuadido la amenaza nuclear iraní", declaró el 21 de junio la senadora Jeanne Shaheen, demócrata de Nueva Hampshire y miembro de mayor rango de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado. "Estados Unidos no debe precipitarse a una guerra con Irán".

El recientemente jubilado obispo David A. Zubik de Pittsburgh también estuvo entre los primeros obispos de EE.UU., junto con el arzobispo Broglio, en emitir una declaración el 21 de junio en respuesta a los ataques de EE.UU. contra Irán, pidiendo oraciones de paz "en estos momentos inciertos y frágiles".

"Que nuestros corazones se resistan al miedo y se vuelvan en cambio hacia la esperanza, la compasión y la unidad", dijo Mons. Zubik. "Pidamos a Dios que guíe a los líderes mundiales con sabiduría, proteja a los inocentes y conduzca a todas las naciones hacia un camino de paz duradera. María, Reina de la Paz, ruega por nosotros".
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Gina Christian es reportera multimedia de OSV News. La reportera de OSV News, Kate Scanlon, contribuyó a este informe desde Washington D.C.

 

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