CIUDAD DEL VATICANO -- Una fe viva se fortalece al recordar el pasado mientras continúa creciendo en el amor a Dios y el servicio a los demás, dijo el papa Francisco.
El papa dijo que vio ese tipo de fe en exhibición del 12 al 15 de septiembre cuando visitó Hungría y Eslovaquia.
Al recordar el viaje el 22 de septiembre, el papa Francisco dijo a la gente en su audiencia general semanal que las raíces de la identidad y la fe deben ser "conservadas, no como exhibiciones de museos, no ideologizadas y explotadas por intereses de prestigio y poder (o) para consolidar una identidad cerrada" pero como recordatorio de lo que Dios ha hecho y como inspiración para acercarse más a Dios ya otras personas.
En Hungría, el 12 de septiembre, el papa Francisco celebró la misa de clausura del Congreso Eucarístico Internacional donde, dijo, los participantes fueron "abrazados por la cruz que estaba sobre el altar, mostrando la misma dirección indicada por la Eucaristía, es decir, el camino de los humildes y amor desinteresado, de amor generoso y respetuoso hacia todos, de fe que purifica de la mundanalidad y conduce a lo esencial".
Con liturgias en los ritos romanos y orientales, encuentros ecuménicos, encuentros con miembros de varias comunidades, el papa Francisco dijo que su viaje fue "una peregrinación de oración en el corazón de Europa, comenzando con la adoración y terminando con piedad popular".
"Esto es a lo que el pueblo de Dios está llamado, sobre todo: a adorar, a orar, a caminar, a hacer penitencia, y en esto a sentir la paz y la alegría que el Señor nos da. Y esto es de particular importancia en el continente europeo, donde la presencia de Dios se está diluyendo por el consumismo y en los 'vapores' de un pensamiento unitario que es fruto de la mezcla de viejas y nuevas ideologías", dijo.
"También en este contexto, la respuesta sanadora proviene de la oración, el testimonio y el amor humilde", dijo.
Al visitar las dos naciones de Europa Central, "el corazón de Europa", el papa Francisco dijo que seguía pensando en cómo los fundadores de la Unión Europea tenían la visión de un continente en paz donde diferentes naciones, culturas y religiones prosperarían sin ser vistos como una amenaza el uno al otro.
En tal visión, dijo, "las raíces son garantía de futuro: de ellas brotan gruesas ramas de esperanza".
"¿Recordamos nuestras raíces? ¿Nuestros padres y abuelos?" preguntó. Una conexión con la generación anterior le da a las raíces el alimento que necesitan para seguir creciendo.
"No decimos, 'Vete a refugiarte en las raíces', no, no", dijo. En cambio, el mensaje es: "Ve a las raíces, nutre allí y sigue adelante, toma tu lugar" en la sociedad.
"Repetiré lo que he dicho muchas veces - el verso que es tan hermoso - 'Todo lo que florece en el árbol viene de lo que tiene bajo tierra'", dijo el papa.