CIUDAD DEL VATICANO -- La gente nació para ayudar a las comunidades a prosperar, no para matar a otros, dijo el Papa Francisco.

"Por favor, oremos por la paz. Hagamos penitencia por la paz", dijo durante su audiencia general en el Aula de Audiencias Pablo VI el 12 de febrero, lanzando un llamado a los católicos para que pidan una solución pacífica a los conflictos del mundo.

Reflexionando sobre los numerosos países en guerra, como Ucrania, Palestina, Israel, Myanmar, Kivu del Norte en el Congo y Sudán del Sur, el Papa dijo: "Oremos por la paz. Hagamos todo lo posible por la paz. No se olviden de que la guerra es una derrota".

"No hemos nacido para matar, sino para hacer que crezcan los pueblos. Que se encuentren caminos de paz. Por favor, en su oración diaria, pidan por la paz", dijo.

El Papa hizo él mismo su llamado por la paz y leyó los saludos que tenía preparados para los visitantes italianos, así como el breve resumen de su catequesis en español, pero su respiración sonaba entrecortada y congestionada. El Papa hizo que un ayudante, monseñor Pierluigi Giroli, leyera en italiano su discurso principal y los saludos a los distintos grupos lingüísticos.

Se disculpó por no haber pronunciado él mismo el discurso principal, diciendo que era "porque todavía no puedo con mi bronquitis. Espero que la próxima vez pueda".

En su texto preparado, el Papa se centró en el nacimiento de Jesús, el rey mesiánico, en un humilde establo.

"El Hijo de Dios no nace en un palacio real, sino en la parte trasera de una casa, en el espacio donde están los animales", decía el texto. "Dios no viene al mundo con sonoras proclamas, no se manifiesta con clamor, sino que comienza su viaje en la humildad".

Esta es la humildad de "Dios, que entra en la historia, no desestabiliza las estructuras del mundo, sino que quiere iluminarlas y recrearlas desde dentro", decía el texto del Papa.

Entonces, los primeros testigos de este acontecimiento gozoso y trascendental son los pastores: "hombres con poca cultura, malolientes por el contacto constante con los animales, que viven al margen de la sociedad", escribió el Papa.

"El lugar al que acudir para conocer al Mesías es un pesebre", decía el texto.

Los pastores descubren que el Mesías tan esperado ha nacido "para ellos", "para ser su Salvador, su Pastor. Esta noticia abre sus corazones al asombro, a la alabanza y a la proclamación gozosa", dice el texto.

La mayoría de la gente está demasiado ocupada para ver lo más esencial de todo: el don de la salvación, decía el texto del Papa. "Son los más humildes y los más pobres quienes saben acoger el acontecimiento de la Encarnación".

El Papa pidió a los fieles que pidan "la gracia de ser, como los pastores, capaces de asombro y alabanza ante Dios, y capaces de custodiar lo que Él nos ha confiado: nuestros talentos, nuestros carismas, nuestra vocación y las personas que Él pone a nuestro lado".

"Pidamos al Señor saber discernir en la debilidad la fuerza extraordinaria del Niño Dios, que viene para renovar el mundo y transformar nuestras vidas con su proyecto lleno de esperanza para toda la humanidad", escribió en su texto.

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Carol Glatz