CIUDAD DEL VATICANO -- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no se anduvo con rodeos al llamar al presidente ruso, Vladimir Putin, un "carnicero" que ya no debería estar en el poder.

Sin importar cuánto presionó un reportero al papa Francisco en el avión que iba de Malta a Roma, preguntándole "¿Cuál sería su mensaje para Putin?" o "¿Qué le diría?", el Santo Padre no cedió, insistiendo en que todo lo que ya había dicho a cada líder está registrado públicamente.

El padre jesuita Antonio Spadaro, editor de La Civiltà Cattolica, explicó al día siguiente que el papa quiere ser un pacificador, por eso "no ataca a los líderes religiosos y políticos".

El papa ha condenado esta y todas las guerras, "pero él quiere reconstruir, no separar", escribió el sacerdote en un editorial del 5 de abril en el diario italiano "Il Fatto Quotidiano".

En lugar de emitir una reprimenda en el avión, el Sumo Pontífice le dijo al reportero: "Creo que detrás de su pregunta también hay dudas sobre las guerras justas e injustas".

Y para el papa Francisco, "No existen las guerras justas: ¡no existen!" como dijo a educadores el 18 de marzo.

"El Evangelio sólo nos pide que no miremos para otro lado", expresó; la guerra ahora "está a la vuelta de la esquina. ¿Qué estoy haciendo?"

¿Qué deben hacer los católicos y las personas de buena voluntad cuando los insultan, cuando tomar partido y comprar más armas no es una opción?

"Tenemos que ponernos del lado de la paz y tenemos que ponernos del lado de las víctimas”, indicó Heinz-Gerhard Justenhoven, teólogo católico y director del Instituto de Teología y Paz en Hamburgo, Alemania.

"Entiendo perfectamente que el papa Francisco diga que debemos alejarnos de esta guerra 'justa-injusta', de tomar partido, y usar lo que yo llamaría el lenguaje de la 'lógica de la guerra'", que es común en "el debate anglosajón", dijo por teléfono a Catholic News Service el 5 de abril.

En lugar de tratar de justificar o alinearse con una "guerra justa", acotó, la gente debería orientar y conformar sus acciones hacia "la idea de una paz justa".

Los horrores de la guerra obligaron a los papas Benedicto XV y Pío XII a impulsar el establecimiento de la paz a través de la ley y erradicar la vieja idea de "guerra justa", que sostenía que uno "podría necesitar la fuerza para implementar un orden legal", señaló Justenhoven.

Desde entonces, la iglesia ha estado abogando por la construcción de un "orden internacional pacífico sobre la base del derecho internacional", no sobre la agresión, dijo Justenhoven, quien también enseña teología en la Universidad Albert-Ludwigs de Friburgo.

Así como el cumplimiento de la ley es "la condición mínima" para mantener el orden pacífico dentro de una nación, lo mismo es cierto para mantener la paz entre las naciones y los pueblos, agregó.

"Este, diría, es el modelo de paz al que tenemos que recurrir", y fue la gran esperanza al crear las Naciones Unidas, manifestó. "La idea de las Naciones Unidas" es lo más cerca que la humanidad ha llegado a responder a "lo que el Sermón de la Montaña está pidiendo en el mundo de hoy".

Cada nación tiene derecho a la autodefensa, dijo, y "es deber de la comunidad internacional defender a Ucrania como un acto de solidaridad".

Sin embargo, el Consejo de Seguridad de la ONU -- que es el mecanismo establecido para mantener la paz y la seguridad internacionales -- no puede aprobar una decisión si uno de los cinco estados miembros permanentes veta una resolución. Esto es lo que sucedió cuando Rusia vetó la resolución que le exigía detener de inmediato su ataque a Ucrania y retirar todas las tropas.

Aunque ahora "la comunidad internacional está bloqueada", dijo Justenhoven, "el resto de los que están listos para ayudar a Ucrania a defenderse están llamados a hacer lo que sea necesario".

Sin embargo, el problema es que "si nos pusiéramos del lado del ejército ucraniano contra el ejército ruso, correríamos el riesgo de una escalada nuclear y es por eso que, por una buena razón, muchos jefes de estado dudan en hacer realmente lo que es necesario", señaló.

Esta difícil situación cae en el ámbito del "pragmatismo político" y la "prudencia política" y está fuera del dominio de la iglesia, dijo. "Donde la iglesia realmente debe permanecer y donde estamos" es en respetar el derecho a la defensa legítima y en promover la ayuda a las víctimas de agresiones.

Se le preguntó a Justenhoven sobre una posible distorsión de la noción de autodefensa, dados los repetidos comentarios del patriarca ortodoxo ruso Kirill que afirman que Rusia se defiende a sí misma, honrando sus valores y la verdad de Dios.

"Aunque usa las palabras 'defensa contra', diríamos que esa es exactamente la razón por la que nos abstenemos del lenguaje de 'guerra justa', porque todos afirmarían que 'Nosotros, la autoridad del estado, tenemos derecho a decidir si hay un caso justo o no.' Y al final, tienes una guerra total, todos contra todos", dijo.

De hecho, el papa Francisco, no se ha centrado mucho en el derecho a la defensa legítima, pero ha hecho comentarios dispersos sobre su "respeto" y "comprensión" de este "problema político".

Sin embargo, también mostró frustración en el vuelo desde Malta porque, a pesar del sueño de paz de todos, pocos parecen dispuestos o capaces de "pensar en el modelo de la paz".

"Estamos enamorados de las guerras, del espíritu de Caín", expresó el papa.

"Toda guerra deriva de una injusticia", que incluye invertir en armas, dijo. "Algunas personas dicen: 'Pero las necesitamos para defendernos'. Y este es el modelo de la guerra".

El informe más reciente de la Agencia Europea de Defensa dijo que el gasto en defensa entre sus 26 estados miembros alcanzó su nivel más alto en 2020, con un gasto total en defensa de 198 mil millones de euros, un aumento del 5 por ciento desde 2019. Y la última agresión de Rusia contra Ucrania solo ha servido para estimular más aumentos.

Justenhoven dijo que cada papa debe recordarle a la humanidad "que tenemos que hacer mucho más para reducir el armamento, que tenemos que desmilitarizarnos, que tenemos que deshacernos de las armas nucleares, y que la no violencia es en realidad lo que los cristianos deberían estar promoviendo".

Cuando el papa clama por el fin inmediato de la violencia y por la paz, no está hablando solo del conflicto en Ucrania, "también nos está hablando a nosotros, a la comunidad internacional y, sinceramente, no hemos hecho lo suficiente" para vencer la violencia, para vencer la guerra", dijo el teólogo alemán.

"La predisposición a usar medios militares es demasiado apresurada", dijo. "Existe el derecho a la defensa legítima, pero, por otro lado, no utilicemos los medios militares como primer recurso sino como último recurso".

Cuando se deja que naciones individuales o coaliciones ayuden a una nación bajo ataque, "siempre puede ser denunciado por el otro lado como una guerra ilegal", dijo. "Solo si es un mandato de las Naciones Unidas, existe la posibilidad de decir: 'Está bien, tenemos esta institución, es imparcial, todos los estados están organizados dentro de ella'", y su mandato se basa en el derecho internacional.

"Necesitamos las instituciones internacionales, los medios para hacer cumplir realmente el derecho internacional como un medio colectivo", dijo. "Es nuestra única forma de salir del círculo de violencia".