El Papa Francisco solicitó a los políticos que participarán en la cumbre del clima COP26, que se llevará a cabo en Glasgow (Escocia) del 31 de octubre al 12 de noviembre de 2021, que ofrezcan “respuestas eficaces a la crisis ecológica” y “esperanza concreta a las generaciones futuras”.
Así lo dijo el Santo Padre este 29 de octubre en un mensaje dirigido a los radioescuchas de la radio inglesa BBC.
“Los encargados políticos que participarán en la COP26 de Glasgow están llamados con urgencia a ofrecer respuestas eficaces a la crisis ecológica en la que vivimos y, de este modo, esperanza concreta a las generaciones futuras”, indicó el Papa.
En esta línea, el Santo Padre señaló que “pero todos nosotros - y está bien repetirlo, a cualquiera y donde estemos - podemos tener un papel modificando nuestra respuesta colectiva a la amenaza sin precedentes del cambio climático y de la degradación de nuestra casa común”.
Además, en su mensaje radiofónico pronunciado en italiano, el Santo Padre reconoció que “el cambio climático y la pandemia de COVID-19 ponen al descubierto la vulnerabilidad radical de todos y todo y suscitan numerosas dudas y perplejidades sobre nuestros sistemas económicos y sobre las modalidades de organización de nuestras sociedades”.
“Nuestras seguridades se han derrumbado, nuestro apetito de poder y nuestro afán de control se están desmoronando. Nos hemos descubierto débiles y llenos de miedos, sumergidos en una serie de ‘crisis’: sanitarias, ambientales, alimentarias, económicas, sociales, humanitarias, éticas”, advirtió.
De este modo, el Papa subrayó que “toda crisis requiere visión, capacidad de planificación y rapidez de ejecución, repensando el futuro de nuestra casa común y de nuestro proyecto común” ya que “estas crisis nos ponen frente a elecciones radicales que no son fáciles”.
“Todo momento de dificultad encierra, de hecho, también oportunidades que no pueden ser desaprovechadas. Pueden afrontarse haciendo que prevalezcan comportamientos de aislamiento, proteccionismo, explotación; o pueden representar una auténtica ocasión de transformación, un verdadero punto de conversión, no solo en sentido espiritual”, afirmó.
En este sentido, el Santo Padre alentó a renovar una “corresponsabilidad mundial, una nueva solidaridad fundada en la justicia, en el hecho de compartir un destino común y en la conciencia de la unidad de la familia humana, proyecto de Dios para el mundo”.
“Se trata de un desafío de civilización en favor del bien común y de un cambio de perspectiva, en la mente y en la mirada, que debe poner en el centro de todas nuestras acciones la dignidad de todos los seres humanos de hoy y de mañana”, destacó.
Finalmente, el Santo Padre recordó la reunión en el Vaticano de algunos líderes religiosos y científicos que se llevó a cabo el pasado 4 de octubre en el que firmaron un llamamiento conjunto para solicitar “acciones más responsables y coherentes tanto a nosotros mismos como a nuestros gobernantes”.
“Es fundamental el compromiso de cada uno hacia ese cambio de ruta tan urgente; compromiso que hay que alimentar también desde la propia fe y espiritualidad”, dijo el Papa quien resaltó “la necesidad de actuar de manera responsable en favor de la ‘cultura del cuidado’ de nuestra casa común y también de nosotros mismos, tratando de erradicar las ‘semillas de los conflictos’: avidez, indiferencia, ignorancia, miedo, injusticia, inseguridad y violencia”.