VATICAN CITY -- Los medios de comunicación y el campo de las comunicaciones deben ejercer más amabilidad y compartir la verdad con caridad, dijo el papa Francisco.

"La amabilidad no es solamente cuestión de buenas maneras, sino un verdadero antídoto contra la crueldad que, lamentablemente, puede envenenar los corazones e intoxicar las relaciones", escribió el papa en su mensaje para la Jornada Mundial de la Comunicación.

Así como la amabilidad se necesita en las relaciones sociales, "la necesitamos en el ámbito de los medios para que la comunicación no fomente el rencor que exaspera, genera rabia y lleva al enfrentamiento, sino que ayude a las personas a reflexionar con calma, a descifrar, con espíritu crítico y siempre respetuoso, la realidad en la que viven", agregó.

"Todos estamos llamados a buscar y a decir la verdad, y a hacerlo con caridad", dijo en el mensaje difundido en el Vaticano el 24 de enero, fiesta de San Francisco de Sales, el santo patrón de los periodistas.

El tema de la jornada de 2023, celebrada en la mayoría de las diócesis el domingo anterior a Pentecostés, que cae el 21 de mayo este año, es "Hablar con el corazón. 'en la verdad y en el amor'".

"No debemos tener miedo a proclamar la verdad, aunque a veces sea incómoda”, dijo el papa, pero los comunicadores deben temer “hacerlo sin caridad, sin corazón".

La comunicación debe hacerse "cordialmente", dijo, para que esté arraigada en el amor al otro y en el cuidado y protección de la libertad del otro.

El mundo de hoy está marcado por la polarización y la división, e incluso la Iglesia no es inmune, agregó.

"A los cristianos, en especial, se nos exhorta continuamente a guardar la lengua del mal", dijo, eligiendo en su lugar palabras que edifiquen, se adapten a la ocasión y "hagan bien a aquellos que las escuchan".

"También en la Iglesia hay mucha necesidad de escuchar y de escucharnos", dijo. Cuando la gente escucha atenta y abiertamente sin prejuicios, "suscita un hablar conforme al estilo de Dios, que se nutre de cercanía, compasión y ternura".

"En la Iglesia necesitamos urgentemente una comunicación que encienda los corazones, que sea bálsamo sobre las heridas e ilumine el camino de los hermanos y de las hermanas", así como que se deje guiar por el Espíritu Santo, dijo.

La Iglesia, escribió, necesita una comunicación que: sea a la vez amable y profética; encuentra nuevos caminos para anunciar el Evangelio hoy; pone en el centro la relación de los fieles con Dios, con los demás, especialmente con los más necesitados; enciende "el fuego de la fe en vez de preservar las cenizas de una identidad autorreferencial"; se basa en la "humildad en el escuchar y la ‘parresia’ (audacia) en el hablar"; y nunca separa la verdad de la caridad.

Y, expresó el papa, el resto del mundo necesita personas que hablen desde ese corazón y promuevan "un lenguaje" o una cultura de paz, especialmente donde hay guerra, para abrir senderos que permitan "el diálogo y la reconciliación allí donde el odio y la enemistad causan estragos".

"La verdadera paz sólo puede apoyarse en la confianza recíproca", que necesita comunicadores "audaces y creativos" que estén dispuestos "a arriesgarse para hallar un terreno común donde encontrarse" y "ayude a crear las condiciones para resolver las controversias entre los pueblos", dijo el papa en su mensaje.

Como las palabras muchas veces pueden convertirse en "acciones bélicas de cruel violencia", dijo, "se ha de rechazar toda retórica belicista, así como cualquier forma de propaganda que manipule la verdad, desfigurándola por razones ideológicas".

San Francisco de Sales todavía ofrece un importante recordatorio de que "somos lo que comunicamos", dijo.

San Pablo VI dijo que sus escritos suscitan una lectura " sumamente agradable, instructiva, estimulante", que son precisamente las cosas que todo artículo, informe, programa de radio o televisión y publicación en las redes sociales debe incluir, dijo el Papa Francisco.

"Que los profesionales de la comunicación se sientan inspirados por este santo de la ternura, buscando y contando la verdad con valor y libertad, pero rechazando la tentación de usar expresiones llamativas y agresivas", dijo.