CIUDAD DEL VATICANO -- Condenando la matanza de cristianos en el Congo, el Papa Francisco dijo que los sacrificios de los mártires modernos son semillas que crecen en ejemplos de testimonio cristiano para la Iglesia.

Después de rezar el Ángelus en la Plaza de San Pedro el 16 de junio, el Papa se refirió a las "noticias dolorosas" de la violencia en el este del Congo, donde más de 120 personas fueron asesinadas por presuntos rebeldes islamistas en las últimas semanas. Funcionarios locales han dicho que las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF por sus siglas en inglés), un grupo rebelde afiliado al Estado Islámico, fueron responsables de los ataques.

"Entre las víctimas, muchos son cristianos asesinados in 'odium fidei'", en el odio a la fe, dijo el Papa Francisco. "Son mártires. Su sacrificio es una semilla que germina y da fruto, y nos enseña a dar testimonio del Evangelio con valentía y coherencia".

Open Doors International, una organización no confesional que apoya a los cristianos perseguidos en todo el mundo, dijo que al menos 80 cristianos, católicos y miembros de otras iglesias cristianas, fueron asesinados en la provincia de Kivu Norte del Congo entre el 4 y el 8 de junio.

El Papa Francisco pidió a los dirigentes del Congo y a la comunidad internacional que "se haga todo lo posible para detener la violencia y salvaguardar la vida de los civiles".

Antes de rezar el Ángelus, el Papa reflexionó sobre la lectura del Evangelio del día de San Marcos en la que Jesús relaciona el reino de Dios con la imagen de una semilla.

Al igual que un agricultor debe aprender a "esperar con confianza" a que brote una semilla para asegurar una cosecha abundante, Dios espera pacientemente sin dejar nunca de acompañarnos para que las "semillas de su palabra y de su gracia" crezcan dentro de los cristianos y den frutos espirituales, dijo.

El Papa Francisco dijo que Dios espera paciente y atentamente a que crezcan los frutos espirituales "porque quiere que en su campo no se pierda nada, que todo llegue a la plena maduración; quiere que todos nosotros podamos crecer como espigas cargadas de grano".

"Haciendo así, el Señor nos da un ejemplo", dijo el Papa. "Nos enseña también a nosotros a sembrar con confianza el Evangelio allí donde estemos y después a esperar que la semilla plantada crezca y dé fruto en nosotros y en los demás".

Añadió que el ejemplo de Dios muestra a los cristianos cómo esperar su cosecha espiritual "sin desanimarnos y sin dejar de apoyarnos y ayudarnos unos a otros, incluso allí donde, a pesar de los esfuerzos, nos parece que no se ven resultados inmediatos".

"Por ello, es necesario que después de sembrar este sepa esperar con confianza, para permitir a las semillas que se abran en el momento preciso y a los brotes que germinen en la tierra y crezcan, lo suficientemente fuertes como para asegurar, al final, una cosecha abundante", afirmó.