ROMA - En su primera aparición pública desde que fue hospitalizado el 4 de julio para una cirugía intestinal, el Papa Francisco pidió este domingo el acceso universal a la salud y también rezó por Haití tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse el 7 de julio.

"En estos días de hospitalización, he experimentado una vez más lo importante que es un buen servicio sanitario, accesible a todos, como el que hay en Italia y en otros países”, dijo Francisco.

Un servicio sanitario gratuito que garantice un buen servicio accesible para todos. No debemos perder este bien tan precioso. ¡Tenemos que mantenerlo! Y para ello debemos esforzarnos todos, porque sirve a todos y requiere la contribución de todos", dijo el papa, con una voz más débil de lo habitual.

Sobre Haití, Francisco dijo que en estos días, su oración se ha dirigido a este país, tras el asesinato del presidente y la agresión a su esposa: “Me sumo al sentido llamamiento de los obispos del país para ‘deponer las armas, elegir la vida, elegir la convivencia fraternal en interés de todos y en interés de Haití’, dijo.

“Estoy cerca del querido pueblo haitiano; espero que la espiral de violencia cese y que la nación pueda reanudar el camino hacia un futuro de paz y concordia”, insistió Francisco.

Respecto al acceso universal a un servicio sanitario de calidad, el Papa instó a las instituciones católicas a dar prioridad a los centros que ofrecen atención gratuita.

"También en la Iglesia pasa a veces que alguna institución sanitaria, debido a una gestión inadecuada, no va bien económicamente, y el primer pensamiento que se nos ocurre es venderla”, dijo. “Pero la vocación, en la Iglesia, no es tener dinero, es hacer un servicio, y el servicio es siempre gratuito. No os olvidéis de esto: salvar las instituciones gratuitas".

Las palabras del Papa tuvieron lugar durante el rezo del Ángelus dominical. Por primera vez desde el inicio de su pontificado Francisco dirigió esta oración semanal desde una ventana de la décima planta del Hospital Gemelli de Roma. San Juan Pablo II dirigió esta oración desde la misma ventana varias veces a lo largo de su papado. Francisco estaba rodeado de jóvenes pacientes y, visiblemente emocionado, dijo que la pregunta de por qué sufren los niños es una que "toca el corazón".

Según los comunicados diarios del Vaticano, el papa de 84 años evoluciona favorablemente después de una operación programada para extirparle una parte del intestino grueso. El lunes 5 de julio el portavoz papal Matteo Bruni dijo que, de no haber complicaciones, el Papa permanecería en el hospital durante siete días, por lo que se espera que regrese a Santa Marta, la residencia donde vive, en algún momento del 12 de julio.

Durante la meditación previa a la oración mariana, el papa también expresó su agradecimiento y ánimo a los médicos y al personal del hospital, y pidió que se rece por los enfermos, "especialmente por los que se encuentran en las condiciones más difíciles: que nadie se quede solo, que todos reciban la unción de la escucha, la cercanía y el cuidado".

Siempre que el Papa está en Roma, dirige a los fieles desde una ventana del Palacio Apostólico que da a la Plaza de San Pedro. Sin embargo, debido a la pandemia del COVID-19 y en un esfuerzo por desalentar las reuniones públicas, varias de sus audiencias dominicales fueron transmitidas a puerta cerrada.

Mencionando que el 11 de julio es también el Domingo del Mar auspiciado por la Iglesia, Francisco rezó por aquellos que encuentran en el mar una "fuente de sustento", y pidió que se cuiden los océanos, pidiendo que "no haya plástico en el mar".