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Papa Francisco: La Iglesia necesita comunión, armonía y sobriedad para ser misionera

CIUDAD DEL VATICANO -- La envidia es un veneno, y cuando la envidia y el individualismo prevalecen sobre la comunión, la vida se hace difícil, dijo el Papa Francisco.

"Cuando nos conformamos con lo necesario, incluso con poco, con la ayuda de Dios somos capaces de avanzar y de llevarnos bien, compartiendo lo que hay, renunciando todos a algo y apoyándonos mutuamente", dijo antes de rezar el Ángelus en la Plaza de San Pedro el 14 de julio.

El Papa reflexionó sobre la lectura del Evangelio de San Marcos (6,7-13) sobre la misión de los doce discípulos, en la que Jesús los envió "de dos en dos" y les dijo que no llevaran nada para el camino, sino "sólo lo necesario".

"El Evangelio no se anuncia solos", dijo el Papa. El Evangelio se anuncia "como una comunidad, y para hacerlo es importante saber custodiar la sobriedad", es decir, la moderación y la templanza en todas las cosas.

Lo superfluo te esclaviza, dijo, y para ser libres, basta con tener "lo necesario para vivir de manera digna y contribuir activamente a la misión".

Es importante saber "ser sobrios en el uso de las cosas, compartiendo los recursos, las capacidades y los dones, y prescindiendo de lo superfluo", dijo.

Significa también "ser sobrios en los pensamientos y en los sentimientos, abandonando las propias visiones parciales, los prejuicios y las rigideces que, como un equipaje inútil lastran y entorpecen el camino, para favorecer, en cambio, la confrontación y la escucha, haciendo así más eficaz el propio testimonio", afirmó.

Una familia o una comunidad que vive con moderación crea "un ambiente rico de amor, en el que es más fácil abrirse a la fe y a la novedad del Evangelio, y del que sale mejor, más serenos", afirmó.

"La envidia es algo letal, un veneno”, dijo el Papa, según la traducción en inglés del Vaticano. “Si lo que cuentan son solo las cosas -- que nunca son suficientes --, si no nos escuchamos, si prevalecen el individualismo y la envidia, el aire se vuelve pesado, la vida, difícil y los encuentros se convierten más en una ocasión de inquietud, de tristeza y de desaliento que de alegría", continuó la traducción en español del Vaticano.

El Papa Francisco dijo que la comunión, la armonía y la sobriedad son "valores indispensables para una Iglesia verdaderamente misionera, a todos los niveles".

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Carol Glatz