El Papa Francisco pronuncia un discurso sobre los beneficios y peligros de la inteligencia artificial ante los líderes mundiales que asisten a la cumbre del Grupo de los Siete en Borgo Egnazia, en la región de Apulia, al sur de Italia, el 14 de junio de 2024. (CNS photo/Vatican Media)
En un evento sin precedentes, el Papa Francisco se dirigió a los líderes mundiales en la cumbre del G7 en Borgo Egnazia, Italia, marcando la primera vez que un pontífice participa en tales deliberaciones. Llegando a las 12:11 de la mañana, el Papa, ayudado por un bastón y recibido por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, inmediatamente estableció un tono de familiaridad y calidez, bromeando, “Sigo vivo”, a lo que Meloni respondió, “Seguimos vivos”.
Antes de su discurso principal, el Papa sostuvo encuentros significativos con figuras globales como el presidente ucraniano Volodymyr Zelenski, el presidente francés Emmanuel Macron, el primer ministro canadiense Justin Trudeau y la directora general del FMI, Kristalina Georgieva, subrayando la importancia de la diplomacia personal incluso en tiempos de alta tecnología.
En su intervención, el Papa destacó la dualidad de la inteligencia artificial como una promesa para el progreso y una potencial amenaza para la dignidad humana. “La inteligencia artificial es, en última instancia, un instrumento”, afirmó, “y los beneficios o daños que conlleve dependerán de cómo la humanidad decida utilizarla”. Reforzó la idea de que la tecnología debe permanecer siempre bajo control humano, especialmente en áreas tan críticas como la militar, donde la autonomía de las máquinas podría tener consecuencias fatales.
El Papa Francisco habla brevemente con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, antes de pronunciar su discurso sobre los beneficios y peligros de la inteligencia artificial ante los líderes mundiales que asisten a la cumbre del Grupo de los Siete en Borgo Egnazia, en la región de Apulia, al sur de Italia, el 14 de junio de 2024. (CNS photo/cortesía de G7 Italia 2024)
“Conviene recordar siempre que la máquina puede, en algunas formas y con estos nuevos medios, elegir por medio de algoritmos. Lo que hace la máquina es una elección técnica entre varias posibilidades y se basa en criterios bien definidos o en inferencias estadísticas,” explicó. Sin embargo, hizo hincapié en que, “el ser humano, en cambio, no sólo elige, sino que en su corazón es capaz de decidir.”
"Precisamente sobre este tema, permítanme insistir en que, en un drama como el de los conflictos armados, es urgente replantearse el desarrollo y la utilización de dispositivos como las llamadas “armas autónomas letales” para prohibir su uso, empezando desde ya por un compromiso efectivo y concreto para introducir un control humano cada vez mayor y significativo. Ninguna máquina debería elegir jamás poner fin a la vida de un ser humano", dijo Francisco.
El Papa prosiguió explicando la importancia de mantener la supervisión humana sobre la tecnología, especialmente cuando podría tener implicaciones severas en la vida y la sociedad. “El verdadero peligro es que, si cedemos la capacidad de decisión a máquinas, podríamos encontrarnos en un punto de no retorno, donde la humanidad misma está en juego. Es imperativo mantener un espacio donde la decisión humana, no la máquina, determine nuestro curso.”
Además, Francisco abordó la complejidad de la interacción entre la tecnología y los valores humanos, enfatizando que "la tecnología no es neutral, y el modo en que se diseña y se utiliza refleja y puede cambiar los valores de la sociedad. Es fundamental que cualquier desarrollo en inteligencia artificial se haga con una consideración ética robusta, pensando no solo en la eficiencia sino también en las consecuencias morales de su uso."
El Papa Francisco y el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy se reúnen en privado al margen de la cumbre del Grupo de los Siete en Borgo Egnazia, en la región de Apulia, al sur de Italia, el 14 de junio de 2024. (CNS photo/Vatican Media)
Para concluir, el Papa destacó la necesidad de un marco ético sólido que guíe el desarrollo de la inteligencia artificial: “Debemos aspirar a una 'algorética', un conjunto de principios éticos que guíen la creación y el uso de algoritmos para asegurar que sirvan al bien común y respeten la dignidad de todas las personas."
La jornada estuvo llena de momentos humanos que subrayaron el mensaje del Papa, como su caluroso abrazo con el presidente argentino Javier Milei y la invitación del primer ministro indio Narendra Modi a visitar la India, reflejando un espíritu de cooperación y comunidad.
En un mundo cada vez más gobernado por la tecnología, el discurso del Papa Francisco en el G7 resuena como un recordatorio crucial de que, en el núcleo de todas nuestras empresas y aspiraciones tecnológicas, debe permanecer la dignidad inalterable del ser humano.