CIUDAD DEL VATICANO -- La Santísima Trinidad muestra cómo estar abierto a los demás y ser bueno, generoso y tierno, dijo el papa Francisco.
"La Trinidad nos enseña que uno nunca puede estar sin el otro. No somos islas, estamos en el mundo para vivir a imagen de Dios: abiertos, necesitados de los demás y necesitados de ayudar a los demás", dijo el papa el 12 de junio antes de rezar el Ángelus con los visitantes reunidos en la Plaza de San Pedro.
También dirigió oraciones por el pueblo de Ucrania, que sigue "afligido por la guerra" y cuya situación "permanece viva en mi corazón".
"Que el paso del tiempo no atenúe nuestro dolor y preocupación por esa población que sufre. ¡Por favor, no nos acostumbremos a esta trágica situación! Guardémosla siempre en nuestro corazón. Oremos y luchemos por la paz", dijo después de la oración del Ángelus.
En su discurso principal, el papa reflexionó sobre la fiesta del día de la Santísima Trinidad, que celebra a Dios como Padre, Hijo y Espíritu Santo.
El Espíritu Santo habla, no de sí mismo, sino que "anuncia a Jesús y revela al Padre. Y notamos también que el Padre, que posee todo porque es el origen de todas las cosas, da al Hijo todo lo que posee", dijo el papa. La Santísima Trinidad "es generosidad abierta, el uno abierto al otro".
Celebrar la Trinidad, dijo, es un buen momento para que las personas reflexionen sobre la forma en que actúan y de lo que suelen hablar.
"Cuando hablamos, siempre queremos decir algo bueno de nosotros mismos, y muchas veces, solo hablamos de nosotros y de lo que hacemos. ¡Cuántas veces! 'Yo he hecho esto y aquello…', 'Tuve este problema.'", dijo el papa.
Además, la gente está celosa de sus posesiones, dijo. "¡Qué difícil es para nosotros compartir lo que poseemos con los demás, incluso aquellos que carecen de las necesidades básicas!"
Celebrar la Santísima Trinidad debería conducir a "una revolución en nuestra forma de vida" porque "nos provoca a vivir con los demás y para los demás", dijo el papa Francisco.
"¿Yo, que profeso la fe en Dios Padre y en el Hijo y en el Espíritu Santo, creo verdaderamente que necesito de los demás para vivir, necesito darme a los demás, necesito servir a los demás? ¿Lo afirmo con palabras, o lo afirmo con mi vida?"
Es útil pensar en "las personas buenas, generosas, tiernas que hemos conocido; recordando su forma de pensar y actuar, podemos tener un pequeño reflejo de Dios-amor", dijo.
Amar significa "acoger a los demás, abrirse a los demás, hacer lugar a los demás, hacer espacio a los demás", añadió el papa.