CIUDAD DEL VATICANO -- En lugar de fomentar el odio y la venganza, palestinos e israelíes deben dialogar en busca de la paz, dijo el Papa Francisco.
Después de rezar el Ángelus con unos 20,000 visitantes en la Plaza de San Pedro el 26 de febrero, el Papa rezó de manera especial por las personas de Tierra Santa "para que encuentren el camino de la fraternidad y de la paz, con la ayuda de la comunidad internacional".
Las autoridades israelíes y palestinas publicaron una declaración conjunta en este sentido el 26 de febrero, tras una reunión en Aqaba (Jordania) que congregó a los jefes de seguridad de ambos países por primera vez en varios años, junto con altos funcionarios estadounidenses, egipcios y jordanos.
En la declaración, ambas partes reafirmaron la necesidad de una "desescalada sobre el terreno" para evitar más violencia e Israel se comprometió a suspender los asentamientos israelíes en Cisjordania durante un periodo de cuatro meses, una de las principales fuentes de tensión para los palestinos que quieren establecer un Estado independiente en Cisjordania y la Franja de Gaza.
"¿Cómo detener esta espiral de violencia?", preguntó el Papa el 26 de febrero. "Renuevo el llamamiento a actuar de modo que el diálogo prevalezca sobre el odio y sobre la venganza".
Al menos 62 palestinos y 12 israelíes han sido asesinados este año, según informes de los ministerios de Asuntos Exteriores de la Autoridad Palestina e Israel, superando la violencia en Tierra Santa del año pasado, que fue el más sangriento registrado.
El Papa Francisco también expresó su preocupación por los recientes atentados terroristas en Burkina Faso, donde extremistas islámicos asumieron la responsabilidad de matar a más de 70 soldados y tomar cinco rehenes en un ataque contra un convoy militar el 24 de febrero.
En el primer domingo de Cuaresma, el Papa reflexionó sobre la lectura del Evangelio de San Mateo en la que el diablo pone a prueba a Jesús en el desierto. Explicó que Jesús no sucumbe a los esfuerzos del diablo por tentarlo y, en cambio, responde con la palabra de Dios.
"Con el diablo no se discute", dijo el Papa, "Con el diablo no se dialoga".
Instó a los cristianos a mantener las Escrituras en el centro de sus vidas, para poder recurrir a ella en los momentos de tentación, como hizo Jesús.