CIUDAD DEL VATICANO -- Para favorecer la resolución pacífica de los conflictos y promover el bien común en la escena internacional, el Vaticano adopta una estrategia de "neutralidad positiva", que le permite dialogar con todas las partes, dijo el Papa Francisco.
"La Santa Sede, en conformidad con su naturaleza y misión particular, se esfuerza por proteger la dignidad inviolable de toda persona, promover el bien común y la fraternidad humana entre todos los pueblos", dijo el Papa Francisco a los nuevos embajadores ante el Vaticano de Islandia, Bangladesh, Siria, Gambia y Kazajstán.
El Papa tuvo palabras especiales para "el amado pueblo sirio que todavía se está recuperando del reciente y violento terremoto en medio del continuo sufrimiento causado por el conflicto armado".
Al dar la bienvenida a los diplomáticos a sus nuevos puestos el 13 de mayo, pocas horas antes de reunirse con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, el Papa señaló que el Vaticano no tiene "objetivos políticos, comerciales o militares".
La posición del Vaticano, dijo, "lejos de ser una 'neutralidad ética', especialmente ante el sufrimiento humano" le da "una cierta posición en la comunidad internacional que le permite ayudar mejor en la resolución de conflictos y otros asuntos".
El contemplar las situaciones que vive la gente en todo el mundo "podría dejarnos conmocionados y desanimados", dijo el Papa, señalando los conflictos y disturbios en Sudán, la República Democrática del Congo, Myanmar, Líbano, Jerusalén y "por supuesto, la guerra en curso en Ucrania que ha provocado sufrimientos y muertes indecibles".
Millones de otras personas sufren a causa de la migración forzada y el cambio climático, dijo, y hay "un gran número de nuestros hermanos y hermanas en todo el mundo que siguen viviendo en la pobreza por falta de acceso a agua potable, alimentos, atención sanitaria básica, educación y trabajo digno".
"¿Cuándo aprenderemos de la historia que los caminos de la violencia, la opresión y la ambición desmedida por conquistar tierras no sirven al bien común?" preguntó el Papa Francisco. "¿Cuándo aprenderemos que invertir en el bienestar de las personas es siempre mejor que gastar recursos en el desarrollo de armas letales?".
"¿Cuándo aprenderemos que somos una familia humana que solo puede prosperar verdaderamente cuando todos sus miembros son respetados, cuidados y capaces de contribuir a su manera?", continuó. "Hasta que no nos demos cuenta de ello, seguiremos viviendo lo que he llamado una tercera guerra mundial combatida a pedazos".
El papel de un embajador el pontífice, dijo, es ayudar a la gente a darse cuenta de que son hermanos y hermanas y de que deben encontrar mejores formas de vivir y trabajar juntos para que todos prosperen.
Como constructor de puentes, dijo, "un embajador puede ser una figura de esperanza. Esperanza en la bondad última de la humanidad. Esperanza en que el terreno común es posible porque todos formamos parte de la familia humana. Esperanza en que nunca se dice la última palabra para evitar un conflicto o resolverlo pacíficamente. Esperanza de que la paz no sea un sueño irrealizable".