CIUDAD DEL VATICANO -- Siete sacerdotes detenidos por la policía y los paramilitares en Nicaragua a principios de agosto han sido exiliados a Roma y han llegado sanos y salvos, confirmó el Vaticano.

Los siete sacerdotes -- pertenecientes a las Diócesis de Matagalpa y Estelí -- estaban entre los al menos 11 sacerdotes detenidos el 1 y 2 de agosto en el Seminario Interdiocesano de Nuestra Señora de Fátima en Managua, que el gobierno ha convertido en un centro de detención para sacerdotes en su continua detención de trabajadores de la Iglesia.

El gobierno nicaragüense comunicó el 8 de agosto que los siete sacerdotes habían llegado a Roma, y la oficina de prensa del Vaticano confirmó la noticia el 9 de agosto.

Vatican News identificó a los sacerdotes como: padres Víctor Godoy, Jairo Pravia, Silvio Romero, Edgar Sacasa, Harvin Torres, Ulises Vega y Marlon Velázquez.

Los medios de comunicación nicaragüenses señalaron que el padre Frutos Valle, administrador de la Diócesis de Estelí, que fue detenido el 26 de julio, no formaba parte del grupo enviado a Roma, informó Vatican News.

La mayoría de los sacerdotes proceden de la Diócesis de Matagalpa, cuyo titular es el obispo Rolando Álvarez, quien fue detenido en agosto de 2022 y pasó más de 500 días bajo custodia antes de ser exiliado a Roma en enero junto con el obispo de Siuna, Isidoro Mora, y más de una docena de sacerdotes.

La deportación de los sacerdotes en agosto supuso la quinta vez que Nicaragua exilia a grupos de sacerdotes: En octubre de 2022 y febrero de 2023 varios sacerdotes fueron enviados a Estados Unidos junto con decenas de presos políticos; y en octubre de 2023 y enero de 2024, otros dos grupos de sacerdotes fueron enviados a Roma.

Aunque aparentemente no están sometidos a ninguna restricción, los obispos y sacerdotes nicaragüenses en Roma han mantenido un perfil bajo.

Al final de su discurso del Ángelus del 1 de enero, el Papa Francisco expresó públicamente su preocupación por lo que estaba sucediendo en Nicaragua.

"Sigo con profunda preocupación lo que está sucediendo en Nicaragua, donde obispos y sacerdotes han sido privados de su libertad", dijo. "Expreso a ellos, a sus familias y a toda la Iglesia del país mi cercanía en la oración".

Y pidió a los católicos de todo el mundo que recen con insistencia, mientras esperaba "que se busque siempre el camino del diálogo para superar las dificultades. Recemos hoy por Nicaragua".