Categories: Vaticano

María, madre de Jesús y de todos los creyentes, no es corredentora, afirma el Vaticano

CIUDAD DEL VATICANO -- Aunque elogia la devoción a María, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe rechazó firmemente las iniciativas para proclamar oficialmente a María como "co-redemptrix" ("corredentora") o "co-mediatrix" ("co-mediadora").

En una extensa nota doctrinal titulada "Mater Populi Fidelis" ("Madre del Pueblo Fiel"), el dicasterio afirmó que el título de co-redemptrix o co-mediadora porque conlleva "el peligro de oscurecer el lugar exclusivo" en la salvación.

Y, en cuanto al título de "co-mediatrix" o "co-mediadora", afirmó que María, "la primera redimida, no puede haber sido mediadora de la gracia recibida por ella misma".

Sin embargo, señaló que el título puede utilizarse cuando no pone en duda "la única mediación de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre".

El Papa León XIV aprobó el texto el 7 de octubre y ordenó su publicación, según la nota, que se hizo pública el 4 de noviembre.

El cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto del dicasterio doctrinal, presentó el documento durante una conferencia en la sede de los jesuitas en Roma y afirmó que su enseñanza pasa a formar parte del "magisterio ordinario" de la Iglesia y debe considerarse autoritaria.

Durante más de 30 años, algunos católicos, incluidos algunos obispos, han pedido declaraciones dogmáticas formales de María como corredentora y co-mediadora, según la introducción del documento. Pero monseñor Armando Matteo, secretario de la sección doctrinal del dicasterio, dijo en la conferencia que el primer estudio del

Vaticano sobre las implicaciones doctrinales de los títulos se remonta a 1926.

El cardenal Fernández dijo que una vez, cuando la Basílica de San Pedro estaba cerrada, pasó mucho tiempo frente a la Piedad de Miguel Ángel. El dolor en el rostro de María por la muerte de su hijo y, al mismo tiempo, su evidente fortaleza, dijo, "era tan hermoso que se entendía por qué la gente quería decir todo y más sobre María".

El nuevo documento afirma que los títulos utilizados para María deben hablar de su cuidado maternal hacia todas las personas y de su lugar como primera y perfecta discípula de Jesús, pero no deben crear ninguna duda de que los católicos creen que Jesús es el redentor del mundo y el dispensador de la gracia.

"Una mirada dirigida a ella que nos distraiga de Cristo, o la ponga al mismo nivel del Hijo de Dios, quedaría fuera de la dinámica propia de una fe auténticamente mariana", afirma la nota doctrinal, porque María siempre apunta a su hijo.

Los títulos de co-redemptrix y co-mediatrix se han utilizado en referencia a María por teólogos e incluso papas en el último milenio, según el dicasterio doctrinal, pero sin profundizar en el significado preciso y el alcance que esos títulos podrían tener para describir el papel de María en la historia de la salvación.

San Juan Pablo II se refirió a María como "Corredentora" en al menos siete ocasiones, según la nota, pero tras consultar con la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe y su prefecto, el entonces cardenal Joseph Ratzinger, en 1996, no emitió una declaración dogmática y dejó de utilizar el título.

Citando las Escrituras y la tradición, el futuro Papa Benedicto XVI dijo: "El significado preciso de estos títulos (corredentora y co-mediadora o mediadora) no es claro, y la doctrina en ellos contenida no está madura".

"Todo procede de Él, como dicen sobre todo las epístolas a los Efesios y a los Colosenses. María es lo que es gracias a Él. La palabra ‘Corredentora’ ensombrecería ese origen", dijo el Papa Benedicto.

El Papa Francisco, en una audiencia general en 2021, dijo que Jesús confió a María a la humanidad como madre, "no como diosa, no como corredentora", y añadió que el amor motivó a algunas personas a llamarla corredentora, pero que el amor a menudo lleva a las personas a "hacer cosas exageradas".

"Teniendo en cuenta la necesidad de explicar el papel subordinado de María a Cristo en la obra de la Redención, es siempre inoportuno el uso del título de Corredentora para definir la cooperación de María", afirma la nota doctrinal.

El título, según la nota, "corre el riesgo de oscurecer la única mediación salvífica de Cristo y, por tanto, puede generar confusión y un desequilibrio en la armonía de verdades de la fe cristiana, porque ‘no hay salvación en ningún otro, pues bajo el cielo no se ha dado a los hombres otro nombre por el que debamos salvarnos’".

"Cuando una expresión requiere muchas y constantes explicaciones, para evitar que se desvíe de un significado correcto, no presta un servicio a la fe del Pueblo de Dios y se vuelve inconveniente", concluyó el dicasterio.

El uso del título "mediadora" es más complicado, según la nota doctrinal, porque la palabra "mediación" a menudo se "se entiende simplemente como cooperación, ayuda, intercesión" y fácilmente podría aplicarse a María sin poner en duda "la única mediación de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre".

El papel de María en la historia de la salvación es único, según el documento. Ella aceptó voluntariamente convertirse en la madre de Jesús, el salvador, lo crió, viajó con él y estuvo al pie de su cruz.

Si bien Cristo, plenamente humano y plenamente divino, es el único mediador entre Dios y la humanidad, "posibilita diversas formas de participación en el cumplimiento de su proyecto salvífico porque, en la comunión con Él, todos podemos ser, de alguna manera, cooperadores de Dios, ‘mediadores’ unos para con otros", afirma el documento.

"Si esto vale para cada creyente, cuya cooperación con Cristo se vuelve cada vez más fecunda cuanto más se deja transformar por la gracia, con mayor razón debe afirmarse de María, de un modo único y supremo", dice la nota doctrinal.

La Iglesia cree que quienes están en el cielo pueden orar e interceder por las personas que aún están en la tierra y, "entre los elegidos y glorificados junto a Cristo está en primer lugar la Madre", señala la nota. "Por eso podemos afirmar que existe una colaboración única de María en la obra salvífica que Cristo realiza en su Iglesia. Se trata de una intercesión que la convierte en signo materno de la misericordia del Señor".

Cindy Wooden
Share
Cindy Wooden