Los nuevos cardenales se sienten honrados, humildes y dispuestos a promover la renovación de la Iglesia

CIUDAD DEL VATICANO -- Convertirse en miembro del amplio y único cuerpo del Colegio de Cardenales es tanto un gran honor como una invitación a ayudar a promover una renovación de la misión de evangelización de la Iglesia Católica, dijeron algunos nuevos cardenales.

Con 20 cardenales recién creados que representan a 16 países, y con todo el colegio de 226 miembros que representan a más de 90 países, algunos también dijeron que ven su elevación como una forma de ayudar a sus diócesis de origen a comprender mejor la universalidad de la Iglesia Católica.

Varias horas antes de la ceremonia de creación de nuevos cardenales en el Vaticano, el 27 de agosto, un puñado de los nombrados por el Papa Francisco habló con Catholic News Service sobre cómo ven su nuevo papel como cardenal.

El cardenal estadounidense Robert W. McElroy, de San Diego, dijo que le da la oportunidad de "construir la unidad dentro de la Iglesia universal" y de señalar la naturaleza global de la Iglesia, "que no somos simplemente iglesias parroquiales, locales, sino que somos parte de una comunión" que es mundial.

Cuando se le preguntó por qué creía que el Papa Francisco quería que el obispo de San Diego se convirtiera en cardenal, dijo que, por un lado, "somos una diócesis fronteriza. Fundamentalmente, nuestra identidad es una diócesis de inmigrantes y en la frontera entre América Latina y Estados Unidos, y esos son temas muy queridos por el Papa."

Por otra parte, dijo, también puede ser porque la diócesis ha estado trabajando durante mucho tiempo para "plantar algunas de las semillas de la renovación pastoral que el Papa Francisco ha traído a la vida de la iglesia."

Por ejemplo, dijo el cardenal McElroy, la diócesis ya ha celebrado sínodos sobre el matrimonio y la vida familiar, y sobre los jóvenes adultos; ahora, está llevando a cabo un proceso de tres años sobre la sinodalidad.

"Hay un gran énfasis en la inclusión y en entender el trabajo de la iglesia como un hospital de campaña", que todo el mundo "está herido de diversas maneras, todo el mundo necesita curación". Esta imagen no divide a las personas en diferentes grupos, dijo; en cambio, "es un viaje en el que nos ayudamos unos a otros y nos ayudamos a sanar con la gracia de Dios".

El cardenal dijo que sería un error creer que un enfoque pastoral de inclusión y una posición de rigor doctrinal se oponen.

"La inclusión es parte de la doctrina católica" y del Evangelio, dijo. "Este énfasis en llegar a las personas en los márgenes no es algo que se le haya ocurrido a la gente después del Concilio Vaticano II. Está en la llamada de Cristo, está en el trabajo continuo de la iglesia y en el mensaje de la iglesia".

El cardenal inglés Arthur Roche, prefecto del Dicasterio para el Culto Divino y los Sacramentos, dijo a CNS que era "inesperado" y "un enorme honor" ser nombrado cardenal.

Parte del papel de un cardenal es ayudar a asesorar al Papa, dijo. Trabajar en la Curia Romana los últimos 10 años le ha dado "una visión muy especial del trabajo de la Iglesia", que será muy importante para ofrecer al Papa una visión más amplia, dijo.

Con su trabajo en el dicasterio, primero como secretario y luego como prefecto, "he conocido a todas las conferencias episcopales del mundo, y empiezas a hacerte una idea de lo que es importante, de lo que es problemático, de dónde... hay necesidad de una mayor asistencia por nuestra parte a los obispos", dijo.

Los nuevos cardenales que también trabajan en la curia "aportarán una perspectiva diferente, creo, que será importante", dijo el cardenal Roche.

Otro prefecto, el cardenal surcoreano Lazarus You Heung-sik, del Dicasterio para el Clero, dijo que no es merecedor de la elevación, pero afirmó que siente que es una invitación para "amar más" y aumentar ese amor específicamente por el Papa, la Iglesia, los sacerdotes y los laicos.

El cardenal Leonardo Ulrich Steiner, de Manaos (Brasil), dijo que su elevación es un signo de la tierna preocupación del papa Francisco por la Amazonia y que quiere que los "sueños" y las orientaciones que esbozó tras el Sínodo de los Obispos para la Amazonia se hagan realidad.

El cardenal dijo que las pequeñas y unidas comunidades de la Amazonia ya viven el tipo de sinodalidad y "relaciones fraternas" que el Papa ha estado indicando para toda la iglesia.

Laicos, sacerdotes y obispos se reúnen en varias ocasiones, "y este espíritu sinodal está muy presente. Espero poder ayudar en este sentido", dijo.

El nuevo cardenal más joven, el italiano Giorgio Marengo, prefecto apostólico de Ulán Bator (Mongolia), dijo a CNS que, aunque piensa aprender de los miembros más experimentados, le gustaría compartir su perspectiva de servir a una pequeña minoría católica.

Hay una "fuerza y autenticidad de la fe" en los hombres y mujeres que son católicos en partes del mundo donde la mayoría son budistas o siguen otra tradición religiosa, dijo.

"Significa que siempre se les pide que sean capaces de responder, de dar razones de su fe. Si estás en un país en el que ser católico es normal, tal vez no se te cuestione tanto", dijo.

"Los cristianos de Asia y, en nuestro caso, de Mongolia, suelen desarrollar un sentido muy profundo de poder explicar, de dar razón de su propia elección, y creo que en el mundo actual esto es necesario".