El Papa León XIV pronuncia su homilía mientras celebra la Misa y ordena 11 nuevos sacerdotes para la Diócesis de Roma en la Basílica de San Pedro en el Vaticano el 31 de mayo de 2025. (Foto CNS/Lola Gomez)
CIUDAD DEL VATICANO -- En una Iglesia y un mundo divididos y fracturados, los sacerdotes están llamados a ser testigos del amor y el perdón de Dios, que reconcilia a las personas y las convierte en una sola comunidad, dijo el Papa León XIV a los nuevos sacerdotes.
Dirigiendo comunidades cristianas no como "señores" sino como administradores, "reconstruiremos la credibilidad de una Iglesia herida", dijo a los 11 hombres que estaba a punto de ordenar sacerdotes el 31 de mayo.
"No importa ser perfectos, pero es necesario ser creíbles", dijo el Papa en la homilía de la Misa en la Basílica de San Pedro.
Los 11 hombres habían sido ordenados el 10 de mayo por el Papa Francisco, pero la ordenación se retrasó cuando el Papa murió el 21 de abril.
Siete de los nuevos sacerdotes estudiaron en el seminario diocesano de Roma, mientras que cuatro de ellos asistieron al Seminario Redemptoris Mater de Roma, dirigido por la diócesis y el Camino Neocatecumenal.
El Papa León dijo a los hombres, cuyas edades oscilaban entre los 20 y los 40 años: "Son testimonio de que Dios no se ha cansado de reunir a sus hijos, aunque sean diversos, y de constituirlos en una unidad dinámica".
El ministerio de un sacerdote, como el del Papa y los obispos, es reunir a todas las personas en la Iglesia, les dijo el Papa. "Hagan espacio a los fieles y a cada criatura, en la que el Resucitado está cerca y en la que le gusta visitarnos y sorprendernos", dijo.
"El pueblo de Dios es más numeroso de lo que vemos", dijo. "No delimitemos sus fronteras".
Dios pondrá en su camino a muchas personas, dijo el Papa León a los nuevos sacerdotes. "A ellas conságrense, sin separarse, sin aislarse, sin convertir el don recibido en una especie de privilegio".
Una ordenación es obviamente una ocasión de alegría para la Iglesia, dijo. Pero "la profundidad, amplitud e incluso duración de la alegría divina que ahora compartimos es directamente proporcional a los lazos que existen y crecerán entre ustedes, ordenandos, y el pueblo del que provienen, del que continúan formando parte y al que son enviados".
Aunque la identidad del sacerdote ordenado "depende de la unión con Cristo, sumo y eterno sacerdote", dijo el Papa, los ministros ordenados de la Iglesia deben reconocer y fomentar el ejercicio del sacerdocio común de todos los creyentes que brota del sacramento del bautismo.
"Somos el pueblo de Dios", dijo. "El Concilio Vaticano II ha vivificado esta conciencia, casi como anticipando un tiempo en el que el sentido de pertenencia se debilitaría y el sentido de Dios se volvería más difuso".
Formar parte del pueblo de Dios y estar llamados a guiarlo, dijo, significa que los sacerdotes siempre deben intentar ser modelos de vida cristiana con la transparencia de sus vidas, "vidas conocidas, vidas legibles, ¡vidas creíbles!"
"Permanecemos dentro del pueblo de Dios para poder estar delante de él con un testimonio creíble", dijo el Papa León.
Al igual que las heridas aún visibles de Jesús resucitado, los defectos de los individuos y las fracturas dentro de la humanidad son también signos de que el amor de Dios transforma todo y a todos, dijo. "Todo lo que a nuestros ojos parecía roto y perdido se nos presenta ahora bajo el signo de la reconciliación".