El Papa León XIV saluda a unas 5.000 personas que no pudieron entrar a la Basílica de San Pedro en el Vaticano para la Misa de Navidad en la noche del 24 de diciembre de 2025. (Foto CNS/Vatican Media)
CIUDAD DEL VATICANO -- Si las personas se niegan a hacer espacio para los demás (como los pobres, los niños y los extranjeros), entonces también se niegan a hacer espacio para Dios, dijo el Papa León XIV al celebrar el nacimiento de Jesús.
"Donde hay lugar para el hombre, hay lugar para Dios", dijo el Papa en su homilía del 24 de diciembre, mientras celebraba la liturgia nocturna en la Basílica de San Pedro.
"Mientras una economía distorsionada induce a tratar a los hombres como mercancía, Dios se hace semejante a nosotros, revelando la dignidad infinita de cada persona", dijo. "Mientras el hombre quiere convertirse en 'dios' para dominar al prójimo, Dios quiere convertirse en hombre para liberarnos de toda esclavitud".
Durante la procesión se cantó el himno navideño "Noel", y la Misa comenzó con la proclamación navideña, o "kalenda", del nacimiento de Jesús. El Papa levantó un paño para revelar una estatua del niño Jesús, a la que luego besó y bendijo con incienso.
Mientras las campanas de la basílica de San Pedro repicaban con fuerza, anunciando el nacimiento de Cristo, varios niños que representaban diferentes culturas colocaron flores blancas alrededor del pesebre del niño Jesús.
Antes de la Misa, el Papa León se acercó a las afueras de la basílica para saludar a unas 5.000 personas reunidas en la plaza bajo la fría y torrencial lluvia. La basílica estaba casi llena, y las grandes pantallas instaladas en la plaza permitieron a la multitud que no cabía en el interior seguir la liturgia.
"¡Buenas noches y bienvenidos!", dijo el Santo Padre a la multitud que se encontraba fuera.
"La basílica de San Pedro es muy grande, pero, por desgracia, no lo suficiente como para acoger a todos ustedes. Admiro, respeto y agradezco su valentía y su deseo de estar aquí esta noche", dijo en inglés.
"Jesucristo, que nació por nosotros, nos trae la paz, nos trae el amor de Dios", dijo antes de regresar a la basílica para la Misa. Más de 6.000 personas se encontraban en la basílica y, según se informó, los guardias dejaron entrar a más personas para que se resguardaran de la lluvia.
El Papa León XIV besa los pies de una estatua del Niño Jesús al comienzo de la Misa de Navidad en la Basílica de San Pedro en el Vaticano, la noche del 24 de diciembre de 2025. (Foto de CNS/Vatican Media)
En su homilía, el Papa reflexionó sobre cómo, durante milenios, las personas miraron al cielo en busca de orientación y de una verdad que faltaba en la tierra.
Con el nacimiento de Jesús en Belén, nace Aquel que redime a la humanidad, dijo el Papa. "Para encontrar al Salvador, no hay que mirar hacia arriba, sino contemplar hacia abajo".
"La omnipotencia de Dios resplandece en la impotencia de un recién nacido", dijo. "La luz divina que irradia este Niño nos ayuda a reconocer la humanidad en cada nueva vida".
"Para iluminar nuestra ceguera, el Señor quiso revelarse al hombre como hombre", dijo el Papa León. "Mientras la noche del error oscurezca esta verdad providencial, 'tampoco queda espacio para los otros, para los niños, los pobres, los extranjeros'", dijo, citando la homilía del Papa Benedicto XVI en la Nochebuena de 2012.
Las palabras de su predecesor "tan actuales, nos recuerdan que en la tierra no hay espacio para Dios si no hay espacio para el hombre: no acoger a uno significa rechazar al otro", expresó.
"La sabiduría de la Navidad", dijo, es que Dios da al mundo una nueva vida, la suya propia, ofrecida a todos, en el Niño Jesús. "No es una idea que resuelva todos los problemas, sino una historia de amor que nos involucra".
"¿Será suficiente este amor para cambiar nuestra historia?", preguntó. "La respuesta llega en cuanto nos despertamos, como los pastores, de una noche mortal, a la luz de la vida naciente, contemplando al niño Jesús".
Dios envía a un niño para que sea una "palabra de esperanza", dijo, recordando cómo, hace exactamente un año, el Papa Francisco inició el Año Santo dedicado a la esperanza en la víspera de Navidad. El año durará hasta el 6 de enero de 2026.
"Ahora que el Jubileo llega a su fin, la Navidad es para nosotros tiempo de gratitud" por el don recibido y de la misión de dar testimonio de él ante el mundo, dijo.
"Proclamemos, pues, la alegría de la Navidad, que es fiesta de la fe, de la caridad y de la esperanza", dijo, y convirtámonos en "mensajeros de paz. Con estas virtudes en el corazón, sin temer a la noche, podemos ir al encuentro del amanecer del nuevo día".
Después de la Misa, el Papa León llevó la figurita del niño Jesús al pesebre situado en la parte trasera de la basílica. Flanqueado por niños a ambos lados, el Papa se dirigió al nacimiento y colocó la figurita de Jesús en el pesebre. El Papa bendijo a la multitud al salir de la basílica.