El Papa León XIV reza con los visitantes reunidos en la plaza de San Pedro del Vaticano para la recitación de la oración del Ángelus el 7 de diciembre de 2025. (Foto CNS/Vatican Media)
CIUDAD DEL VATICANO -- Preparar el camino del Señor significa dar pasos concretos para ayudar a instaurar el reino de paz de Dios, dijo el Papa León XIV en su primer domingo de Adviento de vuelta en el Vaticano tras su viaje a Turquía y Líbano.
Al dirigir el rezo del Ángelus el 7 de diciembre, el Santo Padre habló sobre su viaje y sobre las lecturas de la Misa de Adviento, que enfatizan la llamada a la conversión y la esperanza que surgió con el nacimiento de Jesús.
"En la oración del ‘Padre nuestro’ pedimos cada día: ‘Venga tu reino’. Jesús mismo nos lo enseñó", dijo el Papa a la multitud reunida en la plaza de San Pedro para la oración del mediodía.
"Y con esta invocación nos orientamos hacia lo nuevo que Dios tiene reservado para nosotros, reconocemos que el curso de la historia no está ya escrito por los poderosos de este mundo", dijo. "Ponemos nuestros pensamientos y energías al servicio de un Dios que viene a reinar no para dominarnos, sino para liberarnos. Es un ‘evangelio’, una auténtica buena noticia, que nos motiva y nos involucra".
En la primera lectura de la Misa, Isaías profetiza que cuando venga el Mesías, "el lobo habitará con el cordero y el leopardo se recostará junto al cabrito; el ternero y el cachorro de león pacerán juntos, y un niño pequeño los conducirá".
"Hermanas y hermanos, ¡cuánto necesita el mundo esta esperanza!", dijo el Papa. "Nada es imposible para Dios".
"Preparémonos para su Reino, acojámoslo", dijo. "El más pequeño, Jesús de Nazaret, nos guiará. Él, que se puso en nuestras manos, desde la noche de su nacimiento hasta la hora oscura de su muerte en la cruz, resplandece en nuestra historia como el sol naciente".
El nuevo día ya ha comenzado, dijo el Papa, y llama a las personas a caminar en la luz del Señor.
El Papa León habló a la multitud sobre su viaje a Turquía del 27 al 30 de noviembre, principalmente para celebrar el 1.700 aniversario del Concilio de Nicea con el patriarca ecuménico ortodoxo Bartolomé de Constantinopla y los líderes de otras iglesias cristianas, y su viaje al Líbano del 30 de noviembre al 2 de diciembre.
El Papa señaló que hablaba del viaje en el 60º aniversario de la declaración realizada entre San Pablo VI y el patriarca ecuménico ortodoxo Atenágoras, "que puso fin a las excomuniones recíprocas" que sus predecesores habían emitido más de 900 años antes.
"Demos gracias a Dios y renovemos nuestro compromiso en el camino hacia la plena unidad visible de todos los cristianos", dijo el Papa.
También habló sobre su encuentro con las pequeñas comunidades católicas de Turquía. "A través del diálogo paciente y el servicio a los que sufren, esta comunidad da testimonio del Evangelio del amor y de la lógica de Dios que se manifiesta en la pequeñez", afirmó.
Sobre la segunda parte del viaje, el Papa dijo: "Los libaneses esperaban una palabra y una presencia de consuelo, ¡pero fueron ellos quienes me consolaron con su fe y su entusiasmo!", a pesar de las recientes crisis políticas y económicas y de los continuos ataques militares de Israel para intentar destruir la milicia de Hezbolá.
"El Líbano sigue siendo un mosaico de convivencia" entre musulmanes, cristianos y drusos, "y me ha reconfortado escuchar tantos testimonios en este sentido", afirmó.
Y en el país con el mayor número per cápita de migrantes y refugiados del mundo, el Papa dijo: "He encontrado personas que anuncian el Evangelio acogiendo a los desplazados, visitando a los presos, compartiendo el pan con los necesitados".
"Lo que ha sucedido en los últimos días en Türkiye y Líbano nos enseña que la paz es posible y que los cristianos, en diálogo con hombres y mujeres de otras religiones y culturas, pueden contribuir a construirla", dijo el Papa León. "¡No olvidemos que la paz es posible!".