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El Papa y el rey británico comparten una histórica oración

CIUDAD DEL VATICANO — El papa León XIV recibió al rey Carlos III y a la reina Camila del Reino Unido en el Vaticano para una visita única que combinó gestos ceremoniales y un momento histórico de oración en la Capilla Sixtina.

Según el Palacio de Buckingham, fue la primera vez desde la Reforma, a comienzos del siglo XVI, que el papa y un monarca británico rezaron juntos en un servicio ecuménico en el Vaticano.

Desde el momento en que la pareja real llegó el 23 de octubre al Patio de San Dámaso del Palacio Apostólico, la formalidad del encuentro fue evidente, ya que un contingente más grande de lo habitual de la Guardia Suiza recibió al rey y a la reina, y la banda de la policía vaticana interpretó el himno del Vaticano y “God Save the King”, el himno nacional británico.

Después de una reunión privada, el papa León y el rey Carlos intercambiaron regalos: un mosaico de Cristo para el rey y un ícono de San Eduardo el Confesor para el papa. También se entregaron mutuamente retratos enmarcados y autografiados.

Pero los dos también intercambiaron las más altas distinciones.

El rey confirió al papa el título de “Caballero Gran Cruz de la Orden del Baño”, que tradicionalmente se otorga a jefes de Estado, y el papa confirió al rey la “Orden de Pío IX con Collar”, el grado más alto de la orden vaticana. El papa León nombró además a la reina Camila dama de la misma orden.

Sus majestades habían planeado originalmente realizar la visita en abril, junto con un viaje de Estado a Italia. Si bien la parte italiana del viaje se llevó a cabo según lo previsto, solo pudieron visitar brevemente el Vaticano para saludar al papa Francisco, quien murió pocas semanas después.

Después del encuentro privado y el intercambio de regalos, el papa León y el arzobispo anglicano Stephen Cottrell de York, el prelado de mayor rango de la Iglesia de Inglaterra, presidieron la oración del mediodía en la Capilla Sixtina, centrada en el “cuidado de la creación”.

El papa León y el arzobispo Cottrell se sentaron frente al altar bajo el Juicio Final de Miguel Ángel durante el servicio de oración, mientras que el rey y la reina se sentaron un poco a un lado.

Los cantores del coro de la Capilla Sixtina se unieron a adultos del coro de la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor y a niños del coro de la Capilla Real del Palacio de St. James en Londres.

El cardenal Vincent Nichols, de Westminster y presidente de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales; el arzobispo Leo Cushley, de St. Andrews y Edimburgo, en representación de los obispos católicos de Escocia; y la reverenda Rosie Frew, moderadora de la Iglesia Presbiteriana de Escocia, acompañaron al rey y a la reina durante el servicio de oración.

En una conferencia con periodistas sobre la visita, el arzobispo Flavio Pace, secretario del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, dijo que los momentos de oración y el intercambio de distinciones fueron señales claras del progreso logrado en las relaciones entre católicos y anglicanos desde la década de 1960.

El papa León y el rey Carlos salieron juntos de la Capilla Sixtina y se dirigieron a la adyacente Sala Regia para reunirse con líderes empresariales y activistas comprometidos con la lucha contra el cambio climático y la promoción de la sostenibilidad.

El papa acompañó personalmente al rey de regreso al Patio de San Dámaso, donde lo esperaba su Bentley State Limousine, un automóvil blindado utilizado para visitas oficiales.

El papa León XIV y el rey Carlos III de Gran Bretaña salen de la Capilla Sixtina en el Vaticano tras la oración del mediodía del 23 de octubre de 2025. (Foto CNS/Vatican Media)

Como es costumbre, la oficina de prensa del Vaticano no proporcionó información sobre la conversación privada entre el papa y el rey.

Sin embargo, en una reunión con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, y el arzobispo Paul R. Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados, la oficina de prensa informó que “se trataron asuntos de interés común, como la protección del medioambiente y la lucha contra la pobreza”.

“Se prestó particular atención al compromiso compartido de promover la paz y la seguridad frente a los desafíos globales”, decía el comunicado. Y “recordando la historia de la Iglesia en el Reino Unido, hubo una reflexión compartida sobre la necesidad de seguir promoviendo el diálogo ecuménico”.

Después de dejar el Vaticano, el rey Carlos y la reina Camila fueron a la Basílica de San Pablo Extramuros, en Roma, donde atravesaron la Puerta Santa, oraron ante la tumba de san Pablo y participaron en otro servicio de oración.

Con la aprobación del papa León, el rey Carlos fue reconocido como “confrater real” de la basílica, una decisión tomada por el cardenal estadounidense James M. Harvey, arcipreste de la basílica, y el abad benedictino Donato Ogliari, superior del monasterio de San Pablo Extramuros.

A su vez, el Palacio de Buckingham informó que “con la aprobación del rey, el deán y los canónigos del Colegio de San Jorge de Windsor ofrecieron que el papa León XIV se convirtiera en ‘confrater papal’ de la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor, y el papa ha aceptado”.

“Estos dones mutuos de ‘confraternidad’ son reconocimientos de comunión espiritual y son profundamente simbólicos del camino que la Iglesia de Inglaterra —de la cual Su Majestad es gobernador supremo— y la Iglesia Católica Romana han recorrido durante los últimos 500 años”, dijo el palacio en un comunicado.

Cindy Wooden
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