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La segunda sesión del Sínodo dará inicio con una liturgia penitencial

CIUDAD DEL VATICANO -- La segunda sesión del Sínodo de los Obispos sobre la sinodalidad, que reunirá en el Vaticano a 368 obispos, sacerdotes, religiosos y laicos, comenzará pidiendo perdón por diversos pecados en nombre de todos los bautizados.

Como hicieron los miembros del sínodo antes de la sesión del año pasado, pasarán dos días de retiro antes de empezar a trabajar; ese periodo de reflexión concluirá el 1 de octubre con una liturgia penitencial presidida por el Papa Francisco en la Basílica de San Pedro, según anunció el Vaticano.

La liturgia incluirá tiempo para escuchar los testimonios de tres personas: una que sufrió el pecado de abuso, otra el pecado de guerra y la tercera el pecado de indiferencia ante la difícil situación de los migrantes, según un comunicado del Vaticano anunciando la liturgia.

Después, se procederá a "la confesión de algunos pecados", dice el comunicado, publicado el 16 de septiembre. "No se trata de denunciar el pecado de los demás, sino de reconocerse parte de aquellos que por omisión o acción se convierten en causa de sufrimiento, responsables del mal sufrido por los inocentes e indefensos".

Según el Vaticano, los pecados confesados serán: los pecados contra la paz; los pecados contra la creación; los pecados contra las poblaciones indígenas y los migrantes; el pecado de los abusos; los pecados contra la mujer, la familia y los jóvenes; el pecado de "

La liturgia está abierta a todos, pero se dirige específicamente a los jóvenes, ya que "dirige la mirada interior de la Iglesia a los rostros de las nuevas generaciones", dijo el Vaticano.

"De hecho, serán los jóvenes presentes en la Basílica quienes recibirán el signo de que son ellos el futuro de la Iglesia, y de que el pedido de perdón es el primer paso de una credibilidad de fe y de misión que debe ser restablecida", añadió el comunicado.

El cardenal Mario Grech, secretario general del sínodo, dijo que, al dirigirse a los jóvenes, la Iglesia quiere "comunicarles a ellos y al mundo que la Iglesia está en una dinámica de conversión".

"Al fin y al cabo, este es el camino de la santidad, no que no haya pecado, sino que reconozcamos nuestros límites, nuestra debilidad, que estemos abiertos a la conversión, al aprendizaje, siempre con la ayuda del Señor", dijo.

Al presentar los detalles de la próxima sesión del sínodo en una conferencia de prensa el 16 de septiembre, el cardenal Jean-Claude Hollerich, relator general del sínodo, dijo que la mayoría de los participantes serían los mismos que participaron en la primera asamblea, que se celebró en octubre de 2023, aunque se hicieron 25 cambios por diferentes motivos, como por ejemplo problemas de salud que afectaban a los delegados.

El cardenal Timothy M. Dolan de Nueva York, que participó el año pasado como delegado suplente de la Conferencia de los Obispos Católicos de Estados Unidos, no estará en la asamblea de octubre; el arzobispo William E. Lori de Baltimore, que fue elegido, pero no pudo asistir en 2023, ocupará su lugar como parte de la delegación estadounidense.

El cardenal Hollerich dijo que, de los 368 miembros con derecho a voto, 96 -- o poco más de una cuarta parte -- no son obispos. Además, dijo que el número de representantes de otras comunidades cristianas que participan en el sínodo sin derecho a voto aumentó de 12 a 16 "dado el gran interés que las iglesias hermanas han mostrado en este viaje sinodal".

El padre jesuita Giacomo Costa, secretario especial del sínodo, dijo en la conferencia de prensa que, a diferencia de la primera sesión de la asamblea del sínodo sobre la sinodalidad, que se centró en "una toma de conciencia e identificación de algunas prioridades", la segunda sesión trata de "profundizar" en algunos de los puntos clave planteados durante las sesiones de escucha en todo el mundo y durante la primera asamblea.

Pero el cardenal Grech confirmó que algunos de los puntos más controvertidos planteados durante este proceso sinodal, como la ordenación de mujeres al diaconado, no serían tema de debate en la asamblea de este año. En marzo, el Vaticano anunció que el Papa Francisco había creado grupos de estudio para examinar esas cuestiones y presentarle un informe en 2025. Pero los grupos compartirán un informe de progreso con los miembros del sínodo al comienzo de la asamblea de octubre.

Mientras que la asamblea sinodal elaboró un informe de síntesis al final de su primera sesión en 2023, la sesión de 2024 producirá un documento final que se entregará al Papa.

"Hasta la fecha, siempre ha habido una comunicación al pueblo de Dios por parte del Santo Padre", dijo el cardenal Grech en respuesta a una pregunta sobre si el Papa emitirá una exhortación postsinodal después del sínodo.

Otra introducción a la sesión de este año es la organización de cuatro "foros teológico-pastorales" públicos centrados en diferentes temas para una comprensión más profunda de la sinodalidad. Los foros, celebrados en Roma y abiertos al público, se titulan: "El pueblo de Dios, sujeto de la misión"; "El papel y la autoridad del obispo en una Iglesia sinodal"; "La mutua relación Iglesia local-Iglesia universal"; y "El ejercicio del primado y el Sínodo de los Obispos".

Los foros pretenden responder "a la necesidad, surgida en la Primera Sesión de la XVI Asamblea, de precisar el significado de sinodalidad en diversos niveles, desde el uso pastoral al teológico y canónico" y "dar la posibilidad a teólogos y canonistas, de ofrecer su aportación a los trabajos de la Asamblea", señala un comunicado del Vaticano.

La meta, según el comunicado, es que sean "momentos de profundización para los participantes en la XVI Asamblea, ofreciéndoles una comprensión sintética, pero suficientemente documentada, de los cuatro temas teolo´gico-pastorales antes mencionados, indicando también los diferentes modos y sensibilidades con que, desde la perspectiva de la teología católica, pueden ser interpretados y desarrollados".

 

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Justin McLellan