CIUDAD DEL VATICANO  -- Con la muerte masiva de civiles y la destrucción de ciudades y sus infraestructuras, la guerra moderna "es en sí misma un crimen contra la humanidad", dijo el Papa Francisco.

Después de recitar la oración del Ángelus con unos 10.000 visitantes en la Plaza de San Pedro el 14 de enero, el Papa instó a la gente a recordar "a quienes sufren la crueldad de la guerra en tantas partes del mundo, especialmente en Ucrania, en Palestina y en Israel".

"Al inicio del año", dijo, "intercambiamos los deseos de paz, pero las armas han continuado matando y destruyendo".

El Papa Francisco rezó para que los líderes de las partes beligerantes reflexionen sobre el hecho de que la guerra no es el camino para resolver los problemas "porque siembra muerte entre los civiles y destruye ciudades e infraestructuras".

"En otras palabras", dijo, "hoy la guerra es en sí misma un crimen contra la humanidad".

El Papa repitió: "No lo olvidemos esto: la guerra es en sí misma un crimen contra la humanidad. ¡Los pueblos necesitan paz! El mundo necesita paz".

En su discurso principal del Ángelus, el Papa Francisco reflexionó sobre la lectura del Evangelio del domingo, en la que el evangelista San Juan narra el momento en que Jesús llama a sus primeros discípulos.

Jesús les pregunta: "¿Qué buscáis?".

La pregunta, dijo el Papa, les invita a compartir los deseos más profundos de sus corazones.

"El Señor no quiere prosélitos, no quiere 'seguidores' superficiales", dijo. "El Señor quiere personas que se interroguen y se dejen interpelar por su Palabra".

La lectura del Evangelio del día, dijo el Papa, deja claro que el discipulado significa buscar a Jesús, quedarse con Jesús y anunciar a Jesús. "Buscar, vivir y, finalmente, anunciar".

El primer encuentro de los discípulos con Jesús fue "una experiencia tan fuerte que los discípulos recordaron para siempre la hora", dijo, señalando que el Evangelio de Juan dice que "eran como la hora décima".

Los cristianos de hoy también deberían valorar y saborear su experiencia de haber encontrado al Señor, dijo.

El Papa Francisco animó a la gente a reflexionar sobre su propia experiencia, preguntándose: "¿Cuándo encontré al Señor? ¿Cuándo el Señor tocó mi corazón?".

"Y preguntémonos: ¿Somos todavía discípulos, enamorados del Señor? ¿Buscamos al Señor, o nos hemos acomodado en una fe hecha de costumbres? ¿Vivimos con Él en la oración, sabemos estar en silencio con Él?", continuó el Papa.

Pero, dijo, las personas también necesitan considerar si dan el siguiente paso "para compartir, de anunciar esta belleza del encuentro con el Señor''.