CIUDAD DEL VATICANO -- San Carlos de Foucauld, un ermitaño de principios del siglo XIX, demuestra cómo una vida de mansedumbre, ternura y adoración eucarística evangeliza, dijo el Papa Francisco.

El santo era conocido por permanecer en oración "a los pies de Jesús, ante el Sagrario", durante horas al día, "seguro de que la fuerza evangelizadora está allí y sintiendo que es Jesús quien le lleva cerca de tantos hermanos y hermanas alejados", dijo el Papa el 18 de octubre en su audiencia general semanal en la Plaza de San Pedro.

"¿Y nosotros, me pregunto, creemos en el poder de la Eucaristía? Nuestro ir hacia los demás, nuestro servicio, ¿encuentra su comienzo y su plenitud allí, en la adoración?", preguntó el Papa, animando a todos a redescubrir el sentido de la adoración ante la Eucaristía.

Continuando con una serie de audiencias destacando santos que demuestran celo o pasión por la evangelización, el Papa Francisco dijo que San Carlos hizo de Jesús y los pobres "la pasión de su vida" después de vivir una juventud "alejada de Dios, sin creer en nada si no en la búsqueda desordenada del placer".

"El primer paso para evangelizar", dijo el Papa, es "perder la cabeza" por Jesús para que el amor se manifieste en la propia vida. Si esto no sucede, "corremos el riesgo de hablar de nosotros mismos, de nuestro grupo de pertenencia, de una moral o, peor aún, de un conjunto de reglas, pero no de Jesús, de su amor, de su misericordia".

El Papa dijo que ve esta tendencia en algunos nuevos movimientos que pasan mucho tiempo hablando de su organización, de su nuevo camino espiritual o de su "visión de la humanidad", y "no saben hablar de Jesús".

San Carlos comprendió la importancia de los laicos en la vida de la Iglesia y hace recordar que "cerca de los sacerdotes hacen falta laicos que vean lo que el sacerdote no ve, que evangelizan con una cercanía de caridad, con una bondad para todos, con un afecto siempre preparado para donarse", dijo, citando los escritos del santo.

Sin embargo, dijo el Papa, necesitan ser "santos laicos" enamorados de Jesús, no "los que trepan" en busca de otra cosa.

"Nosotros sacerdotes necesitamos mucho tener a nuestro lado a estos laicos que creen de verdad" en Jesús, dijo, y que, con su testimonio, "nos enseñan el camino" y ayudan al sacerdote a entender que no es un "funcionario" o administrador, sino que es "un mediador, un sacerdote".

San Carlos es una "figura que es profecía para nuestro tiempo", dijo el Papa Francisco.

Demostró "la belleza de comunicar el Evangelio a través del apostolado de la mansedumbre", acogió a todos como hermanos y mostró "la fuerza evangelizadora de la mansedumbre, de la ternura", dijo el Papa Francisco.

"La bondad es sencilla y nos pide que seamos personas sencillas, que no tengan miedo de donar una sonrisa", dijo, animando a los católicos a imitar "el estilo de Dios" de ser cercanos, compasivos y tiernos con los demás.