El papa León XIV sonríe al recibir un caballo árabe de pura raza donado por un criador de caballos polaco en el Vaticano el 15 de octubre de 2025. El papa solía viajar a caballo cuando era misionero en Perú. (Foto CNS/Vatican Media)
CIUDAD DEL VATICANO -- El poder, las posesiones y el rango no satisfacen el profundo deseo de encontrar un significado real a la vida, afirmó el papa León XIV.
"Solo Jesús resucitado puede darnos la paz verdadera y duradera que nos sostiene y nos llena", dijo el Papa en inglés el 15 de octubre durante su audiencia general en la Plaza de San Pedro.
"No estamos verdaderamente satisfechos con los logros y las certezas pasajeras de este mundo", dijo, "porque hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios y, a través del poder del Espíritu Santo, reconocemos en nuestros corazones un anhelo inagotable de algo más".
Al saludar a los visitantes de habla polaca durante la audiencia, el Papa dijo que se unía a ellos para pedir la intercesión de San Juan Pablo II, cuya festividad se celebra el 22 de octubre.
Calificando al pontífice de origen polaco como "testigo de la esperanza y guía de los jóvenes", el Papa León rezó: "Que inspire a los profesores, catequistas y educadores a colaborar con los padres en la formación de la conciencia de las nuevas generaciones".
Antes de la audiencia general, el Papa recibió como regalo de un criador de caballos de origen polaco un caballo árabe de pura raza, de 12 años y color gris plateado. El vídeo mostraba al Papa León sujetando las riendas y guiando cómodamente al caballo por la brida en un pequeño patio dentro de la Ciudad del Vaticano. El Papa solía desplazarse a caballo cuando era misionero en Perú.
El caballo, llamado Proton, fue criado en una yeguada de Polonia, según informó la oficina de prensa del Vaticano en un comunicado. Hijo de Kahil Al Shaqab, un renombrado semental y caballo de exhibición, el abuelo materno de Proton es Hlayyil Ramadan, campeón mundial de caballos árabes, nacido y criado en Jordania por la princesa Alia Al-Hussein.
Mientras tanto, en su serie de catequesis sobre el tema del Jubileo, "Jesucristo, nuestra esperanza", el Papa León reflexionó sobre cómo la resurrección de Cristo cumple los deseos de todo corazón humano.
"Vivimos muy ocupados, nos centramos en alcanzar resultados, llegamos a alcanzar metas también altas, prestigiosas", dijo en su discurso principal en italiano.
"Quisiéramos ser felices, pero es muy difícil conseguirlo de forma continuada y sin sombras", dijo. "En el fondo sentimos que siempre nos falta algo".
Sin embargo, dijo, "no hemos sido creados para la falta, sino para la plenitud, para disfrutar de la vida y de la vida en abundancia, según la expresión de Jesús en el Evangelio de Juan".
"Este deseo grande de nuestro corazón puede encontrar su última respuesta no en los roles, no en el poder, no en el tener, sino en la certeza de que alguien se hace garante de este impulso constitutivo de nuestra humanidad; en la conciencia de que esta espera no será decepcionada o frustrada", dijo el Papa.
Jesús Resucitado "es la fuente que sacia nuestra sed ardiente, la sed infinita de plenitud que el Espíritu Santo infunde en nuestro corazón", dijo. "La Resurrección de Cristo, de hecho, no es un simple acontecimiento de la historia humana, sino el evento que la transformó desde dentro".
Así como el agua sacia la sed, refresca, irriga y hace fértil "lo que de otra forma sería árido", dijo, "el Resucitado es la fuente viva" que siempre "permanece siempre pura y preparada para todo el que tenga sed".
Solo Jesús "responde a las preguntas más profundas de nuestro corazón: ¿hay realmente un punto de llegada para nosotros? ¿Tiene sentido nuestra existencia? ¿Y el sufrimiento de tantos inocentes, cómo podrá ser redimido?", dijo.
"Jesús Resucitado no deja caer una respuesta ‘desde arriba’, sino que se hace nuestro compañero en este viaje a menudo cansado, doloroso, misterioso", dijo. "Solo Él puede llenar nuestra jarra vacía, cuando la sed se hace insoportable".
Jesús es también "el punto de llegada de nuestro caminar. Sin su amor, el viaje de la vida se convertiría en un vagar sin meta, un trágico error con un destino perdido", dijo.
Los seres humanos son "criaturas frágiles" que cometen errores, dijo el Papa León. Pero los fieles pueden "resurgir" con la ayuda del Resucitado, quien "garantiza la llegada, nos conduce a casa, donde somos esperados, amados, salvados".
Caminar con Jesús "significa experimentar ser sostenidos a pesar de todo, saciados y fortalecidos en las pruebas y en las fatigas que, como piedras pesadas, amenazan con bloquear o desviar nuestra historia", dijo.
"Hermanas y hermanos, ¡Cristo resucitado es un puerto seguro en nuestro camino! El Resucitado es la garantía de esta esperanza que no quedará defraudada. Él es fuente perenne de vida plena", dijo el Santo Padre al leer el resumen de su catequesis en español. "Nos acompaña en el viaje de nuestra historia, a veces dolorosa; y Él, que es la meta, nos conduce a casa en donde somos esperados, amados y salvados".
"En un mundo que lucha contra el cansancio y la desesperación, seamos signos de esperanza, paz y alegría del Cristo resucitado", añadió en su resumen en inglés.