Categories: Vaticano

Jesús invita a los cristianos a superar la desesperación, dice el Papa León

Read in English

CIUDAD DEL VATICANO -- Cuando la esperanza parece haber desaparecido, los cristianos pueden acudir a Jesús para superar la resignación y recuperar el deseo de sanarse, dijo el Papa León XIV.

A veces "nos sentimos 'bloqueados', encerrados en un camino sin salida. A veces de hecho nos parece que sea inútil continuar a esperar", dijo el Santo Padre a miles de peregrinos reunidos en la soleada Plaza de San Pedro para su audiencia general del 18 de junio. "Esta situación es descrita en los Evangelios con la imagen de la parálisis".

El Papa centró su catequesis en el relato del Evangelio de San Juan en el que Jesús cura a un hombre que llevaba 38 años paralítico. En lugar de ir directamente al Templo de Jerusalén, Jesús visita la piscina donde se reunían los enfermos y los que sufrían, muchos de los cuales estaban excluidos del culto en el templo por ser ritualmente impuros.

Jesús va a ellos en persona, dijo el Papa León. "Es entonces Jesús mismo quien los alcanza en su dolor".

El Papa dijo que la piscina de Betesda, que significa "casa de la misericordia" en hebreo, es una imagen de la Iglesia "en donde los enfermos y los pobres se juntan y hasta donde el Señor llega para sanar" y brindar esperanza.

Centrándose en el estado del paralítico, el Papa señaló cómo la decepción y la resignación pueden paralizar el espíritu humano. "Cuando uno se encuentra bloqueado desde hace tantos años, puede también faltarle la voluntad de sanarse", dijo.

Sin embargo, "Jesús en cambio reconduce a este hombre a su deseo veraz y profundo", dijo el Papa.

Jesús preguntó al paralítico: "¿Quieres curarte?", señaló el Papa. Aunque la pregunta de Jesús pueda parecer "superficial", es esencial, ya que "a veces preferimos permanecer en condición de enfermos, obligando a los otros a ocuparse de nosotros", dijo. Esa resignación "es a veces también un pretexto para no decidir qué cosa hacer con nuestra vida".

En el relato evangélico, el paralítico culpa a los demás por no ayudarle a entrar en las aguas curativas, una mentalidad, advirtió el Papa León, a la quedemos estar en contra. Citando a San Agustín, dijo que el hombre necesitaba "un hombre que fuese también Dios" para sanarse de verdad. "Ha venido por lo tanto el hombre que era necesario; ¿por qué postergar de nuevo la sanación?", dijo el Papa.

El Papa León utilizó el relato evangélico para cuestionar las actitudes fatalistas que ven la vida como una cuestión de suerte o desgracia. "Jesús en cambio lo ayuda a descubrir que su vida también está en sus manos", dijo. Cuando Jesús le ordena que se levante, recoja su camilla y camine, señala una llamada a asumir responsabilidades y avanzar con determinación.

La camilla o camastro, añadió el Papa, simboliza el sufrimiento pasado del hombre que "no se deja o se echa". Aunque antes había bloqueado la vida del hombre, "ahora es él que puede cargar aquella camilla y llevarla a donde quiera: ¡puede decidir qué cosa hacer con su historia!".

El Papa León instó a los peregrinos reunidos en la plaza a que "pidamos al Señor el don de entender dónde se ha bloqueado nuestra vidas" y a "dar voz a nuestro deseo de sanar".

"Y recemos por todos aquellos que se sienten paralizados, que no ven una salida", dijo. "¡Pidamos regresar a vivir en el Corazón de Cristo que es la verdadera casa de la misericordia!".

Justin McLellan
Share
Justin McLellan