El Vaticano anunció este miércoles que comenzó la aplicación de la tercera dosis de la vacuna contra la Covid-19 a los mayores de 60 años, entre los que se encuentra el papa Francisco, de 84 años, y su predecesor, el papa emérito Benedicto XVI.
"En la segunda mitad de octubre, la Dirección de Sanidad e Higiene del Estado de Ciudad del Vaticano ha iniciado la suministración de la tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus, dando prioridad a los mayores de sesenta años y a las personas frágiles”, informó el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, en un comunicado, sin confirmar ni negar que el Sucesor de Pedro había recibido el refuerzo. Sin embargo, Avvenire, el periódico de la Conferencia Episcopal Italiana lo confirmó el jueves.
El pasado 3 de febrero, Bruni había confirmado que Francisco había recibido la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus, tres semanas después de haberle sido inoculada la primera.
La dirección sanitaria y de Higiene de la Ciudad del Vaticano reservó cerca de 10.000 vacunas de la compañía farmacéutica Pfizer para su campaña de vacunación, que comenzó el pasado 13 de enero, cuando el pontífice recibió la primera dosis, entre sus cerca de 3.000 empleados y 800 residentes.
Como en el resto de países, los primeros en ser vacunados fueron el personal sanitario y los ancianos.
Francisco defendió en numerosas ocasiones la importancia de que las poblaciones se vacunen para proteger al prójimo, definiéndolas como un "acto de amor". En septiembre dijo que gracias a estas dosis el mundo está volviendo "poco a poco la luz", y saliendo de esta "fea pesadilla" de la pandemia.
Las dosis se suministran en un sector del Aula Pablo VI del Vaticano habilitado con la logística y el personal sanitario necesario para la campaña de vacunación en el pequeño Estado, donde trabajan unas 5.000 personas y que cuenta con unos 600 ciudadanos, de los que tan sólo 240 son residentes.