ROMA - En su primera aparición pública desde que un viaje programado a África fue pospuesto debido a sus problemas de rodilla, el Papa Francisco se disculpó el domingo con Sudán del Sur y la República Democrática del Congo, diciendo que espera reprogramar el viaje lo antes posible.

"Pido disculpas" a los dirigentes y pueblos congoleños y sudaneses por tener que posponer un viaje "que tanto me importa", dijo Francisco el domingo, al final de su oración semanal del Ángelus. Aseguró que está recibiendo tratamiento médico y que espera poder visitar pronto esos países.

"Es con gran decepción que he tenido que tomar esta decisión... y os pido perdón", dijo Francisco. "Siento un gran pesar por tener que posponer el viaje".

"Recemos juntos para que, con la ayuda de Dios y los cuidados médicos, pueda estar con vosotros lo antes posible... ¡tengamos confianza!", dijo el papa.

El Vaticano anunció el viernes que el Papa, siguiendo el consejo médico, tendría que posponer el viaje. Aunque desde hace tiempo sufre dolores en las rodillas, estos se han intensificado en los últimos meses y le han obligado a cancelar o limitar varias citas, entre ellas la misa de la vigilia de Pascua, a la que asistió pero no celebró.

Francisco ha reconocido que los médicos le han dicho que necesita operarse, pero tras una mala experiencia con la anestesia el año pasado durante una operación de colon, dijo a los obispos italianos que prefería dimitir antes que someterse a otra operación.

La visita estaba prevista del 2 al 7 de julio. En Sudán del Sur le habrían acompañado el arzobispo anglicano de Canterbury, Justin Welby, y el reverendo Iain Greenshields, moderador de la Iglesia Presbiteriana de Escocia.

Durante el Ángelus, Francisco también condenó el hecho de que millones de niños de todo el mundo se vean obligados a trabajar. Sus comentarios se referían al Día Mundial contra el Trabajo Infantil, patrocinado por la ONU, que se celebra anualmente el 12 de junio. El Papa pidió el compromiso de todas las naciones del mundo para eliminar "esta plaga, para que ningún niño sea privado de sus derechos fundamentales y obligado o coaccionado a trabajar". La explotación laboral de los niños es una realidad dramática que nos interpela a todos".

Según las Naciones Unidas, en las dos últimas décadas se han hecho "progresos significativos" en la reducción del trabajo infantil, pero los avances se han estancado en los últimos seis años, especialmente durante lo peor de la pandemia del COVID-19. En la actualidad, se calcula que 160 millones de niños trabajan, y algunos son inducidos a trabajar a la edad de 5 años.

Como viene haciendo en prácticamente todas sus apariciones públicas desde que el presidente ruso Vladimir Putin ordenó la invasión de Ucrania el 24 de febrero, el pontífice también se refirió a la guerra, diciendo que el pueblo de Ucrania está "siempre vivo en mi corazón".

"Que el paso del tiempo no enfríe nuestro dolor y preocupación por ese pueblo atormentado", dijo. "¡Por favor, no nos acostumbremos a esta trágica realidad! Tengámosla siempre en el corazón. Recemos y luchemos por la paz".