Tras el rezo del Ángelus, el Papa Francisco este domingo recordó los últimos episodios de violencia que han tenido lugar en Sudáfrica, rezó por las víctimas de las inundaciones en Alemania, Holanda y Bélgica, y expresó su cercanía con el pueblo de Cuba.

Al menos 180 personas fallecieron por las lluvias torrenciales que afectaron a los tres países europeos, a demás de causar innumerables daños materiales. Centenares permanecen aún desaparecidos.

“El Señor acoja a los fallecidos y conforte a los familiares. Y sostenga el empeño de todos de socorrer a quien ha sufrido graves daños”, dijo el Papa al finalizar el ángelus.

El 15 de julio Francisco había enviado un telegrama al presidente de Alemania, Franz-Walter Steinmeier, expresando sus condolencias por las víctimas.

Las graves inundaciones comenzaron la madrugada del 15 de julio y afectaron al oeste de Alemania, el este de Bélgica, así como parte de Luxemburgo, Holanda y el este de Francia.

Estos incidentes son consecuencia de los niveles récord de precipitación que Europa occidental ha experimentado en los últimos días y que han provocado que algunos de los principales ríos de la región se desborden.

Posteriormente, el Papa Francisco se refirió al estallido social en Sudáfrica: “En estas últimas semanas han llegado noticias de los episodios de violencia que han agravado la situación de nuestros hermanos en Sudáfrica, ya golpeados por dificultades económicas y sanitarias provocadas por la pandemia.”

La oleada de saqueos masivos y violentos disturbios que causo la muerte de al menos 212 personas y la detención de unas 1,200, es considerada como el estallido de violencia más grave ocurrido en el país austral desde la conquista de la democracia en 1994.

El pontífice aseguró su cercanía con los Obispos del país para hacer “un llamado a todos los responsables para que trabajen por la paz y colaboren con las autoridades para dar asistencia a los necesitados”.

Francisco también pidió “no olvidar el deseo que ha guiado al pueblo de Sudáfrica para renacer en la concordia entre sus hijos”.

Los altercados comenzaron en diversas partes del país tras el encarcelamiento del presidente Jacob Zuma, de 79 años. Fue condenado a finales de junio por desacato judicial, ya que se negó repetidamente a declarar por corrupción. Aunque se entregó pacíficamente "in extremis" en la noche del 9 de julio, antes había insistido que es víctima de una persecución político-judicial. También declaró que la pena de prisión será para él una "sentencia de muerte" por su edad y su salud.

Por último, el domingo el Papa Francisco se refirió a la situación de Cuba: "Pido al Señor que les ayude a construir en paz, diálogo y solidaridad una sociedad cada vez más justa y fraterna. Exhorto a todos los cubanos a encomendarse a la protección maternal de la Virgen María de la Caridad del Cobre. Ella les acompañará en este viaje."