CIUDAD DEL VATICANO - La "arrogancia espiritual" (pensar que uno es más santo o mejor que los demás) es una tentación que todos enfrentan y es una forma de auto-adoración, dijo el papa Francisco.
"Donde hay demasiado 'yo', hay muy poco Dios", dijo el papa a unas 35,000 personas reunidas en la Plaza de San Pedro el 23 de octubre para rezar el Ángelus.
Hablando de la parábola del Evangelio sobre el fariseo y el cobrador de impuestos, el papa dijo que la lección que Jesús estaba tratando de enseñar era que, para acercarse a Dios, las personas deben mirar dentro de sí mismas y ser conscientes de sus propias necesidades y fallas.
"En efecto, en la humildad nos volvemos capaces de llevar a Dios lo que realmente somos, sin pretensiones: las heridas, los pecados y las miserias que pesan sobre nuestro corazón, e invocar su misericordia para que nos sane, nos restaure y resucite, nos levante", dijo el papa.
En el relato evangélico, el cobrador de impuestos "pide perdón, y el Señor lo levanta", dijo el papa, mientras que "el fariseo se exalta, seguro de sí mismo, convencido de que está bien".
Pero no sólo se alaba a sí mismo y enumera todo el bien que hace, el fariseo expresa su desdén por los demás.
"Esto es lo que hace la arrogancia espiritual", dijo el papa. Algunos pueden preguntarse: "'Padre, ¿por qué nos habla de arrogancia espiritual?' Porque todos corremos el riesgo de caer en esta trampa que te lleva a creerte justo y a juzgar a los demás".
"Esto es arrogancia espiritual: 'Estoy bien, soy mejor que los demás: este hace esto, aquél hace aquello'", dijo. Tal pensamiento significa que "adoras tu propio ego y borras a Dios".
Después de rezar el Ángelus, el papa Francisco invitó a dos jóvenes portugueses a la ventana de su estudio con vista a la Plaza de San Pedro. Mientras uno sostenía una tableta, el papa se convirtió en la primera persona en registrarse como peregrino para la Jornada Mundial de la Juventud de 2023, que se llevará a cabo del 1 al 6 de agosto en Lisboa, la capital portuguesa. Se aseguró de que el joven y la mujer que estaban con él se inscribieran a continuación.