ROMA - El Papa Francisco envió un telegrama al primer ministro de Irak, Mustafá Al-Kadhimi, tras el ataque con drones contra su casa. Definió el atentado como un "vil acto de terrorismo".

La nota, firmada por el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal italiano Pietro Parolin, pero enviada a petición del pontífice, fue publicada el martes. El domingo, unos drones cargados con explosivos atacaron la casa del primer ministro en la capital de Irak, Bagdad.

Francisco quiso transmitir su "cercanía en la oración" al ministro, a su familia y a los heridos.

"Al condenar este vil acto de terrorismo, su santidad expresa una vez más su confianza en que, con la bendición del Dios altísimo, el pueblo de Irak sea confirmado en la sabiduría y la fuerza para seguir el camino de la paz a través del diálogo y la solidaridad fraterna", dice el mensaje firmado por Parolin.

Francisco hizo historia a principios de este año al convertirse en el primer Papa que visita Irak, considerada la tierra de Abraham. Decidió realizar el viaje -el primer viaje papal en tiempos de COVID-19- a pesar de los problemas de seguridad y de la pandemia en curso.

En julio de este año, al-Kadhimi viajó a Roma para encontrarse con el pontífice en agradecimiento por la visita.

Las fuerzas de seguridad que se encontraban en la zona de la residencia de al-Kadhimi derribaron uno de los drones, pero un segundo alcanzó el objetivo en la Zona Verde de Bagdad, que alberga edificios gubernamentales y embajadas extranjeras. Ningún grupo ha reivindicado aún la autoría del ataque del domingo.

El incidente eleva las tensiones en el país semanas después de unas elecciones generales disputadas por los grupos milicianos respaldados por Irán.

Todavía no se han publicado los resultados definitivos de las votaciones parlamentarias del mes pasado, y el viernes pasado las milicias proiraníes salieron a la calle en gran número afirmando que la elección estaba amañada. El proceso postelectoral incluirá la apertura de un nuevo parlamento y la elección del próximo presidente, el portavoz parlamentario y el primer ministro. Kadhimi podría sucederse a sí mismo.

Momentos después del atentado, el primer ministro acudió a Twitter y pidió "calma y contención a todos".

"Gracias a Dios, estoy bien y entre mi gente", tuiteó desde su cuenta oficial. Definió los atentados como cobardes, diciendo que van en contra de un futuro mejor para el país.

El cardenal Raphael Sako, jefe de la Iglesia católica caldea, también condenó los ataques, definiéndolos como un intento de desestabilizar Irak. El ataque con drones, dijo, fue un intento de impedir la creación de un Irak fuerte, con un Estado "basado en la ley, la ciudadanía, el orden y la justicia".

"Todavía no se sabe quién está detrás de esto, pero está claro que el objetivo era desestabilizar [el país], sembrar la confusión e interrumpir el trabajo iniciado por el primer ministro, que quiere construir un Irak que no esté aislado" a nivel internacional, declaró a Asia News.

Desde las elecciones, las tensiones han ido en aumento, lo que ha llevado a la Iglesia caldea a pedir un gobierno fuerte que ponga fin a la violencia y al caos que podría sumir al país en el abismo.

Tras el atentado, durante su misa dominical, Sako también dijo que "entre los fieles hay una gran tristeza por el atentado, pero también felicidad porque el primer ministro está a salvo. Muchos creen que su impulso a las reformas es auténtico y bueno para el país".

"Hasta ahora nunca ha recurrido al uso de la fuerza para resolver los problemas", sino que "llama al diálogo y al acercamiento incluso con sus enemigos y adversarios políticos", dijo el cardenal.

"Pido a todos los cristianos de Irak que recen por el bien del país", instó el prelado. Los cristianos deben "esperar con calma y confianza, no dejarse llevar por las tensiones, y seguir siendo una fuente de estabilidad."