CIUDAD DEL VATICANO -- La tradición es fuente de inspiración para buscar nuevos caminos que recorrer con Jesús y para evitar las trampas del estancamiento o de la experimentación improvisada, dijo el Papa Francisco.

"Jesús mismo es el camino y, por lo tanto, tanto en el camino litúrgico (de la Cuaresma) como en el camino del Sínodo, la Iglesia no hace otra cosa que entrar cada vez más profunda y plenamente en el misterio de Cristo salvador", dijo el Papa en su mensaje para la Cuaresma, que comienza el 22 de febrero para los católicos de rito latino.

Publicado por el Vaticano el 17 de febrero, el texto del mensaje del Papa se centraba en ver la penitencia cuaresmal y la experiencia sinodal como arduos viajes que conducen a la maravillosa experiencia de la luz y el esplendor divinos de Cristo.

"La ascesis cuaresmal es un compromiso, animado siempre por la gracia, para superar nuestras faltas de fe y nuestras resistencias a seguir a Jesús en el camino de la cruz", dijo.

Los relatos evangélicos de la transfiguración de Cristo ofrecen una ilustración de esto, expresó.

Jesús llevó a tres de sus discípulos al monte Tabor para orar después de que no comprendieran ni aceptaran la realidad de su próxima pasión y muerte en la cruz. En la cima del monte vieron cómo su rostro resplandecía "como el sol" y sus vestiduras se volvían "blancas como la luz", y oyeron una voz desde una nube que proclamaba a Jesús como el "Hijo amado" de Dios.

"La experiencia de los discípulos en el monte Tabor se enriqueció aún más cuando, junto a Jesús transfigurado, aparecieron Moisés y Elías, que personifican respectivamente la ley y los profetas", dijo el papa.

"La novedad de Cristo es el cumplimiento de la antigua Alianza y de las promesas; es inseparable de la historia de Dios con su pueblo y revela su sentido profundo", dijo. "De manera similar, el camino sinodal está arraigado en la tradición de la Iglesia y, al mismo tiempo, abierto a la novedad".

Por eso, agregó, "La tradición es fuente de inspiración para buscar nuevos caminos, evitando las tentaciones opuestas del inmovilismo y de la experimentación improvisada".

"Para profundizar nuestro conocimiento del Maestro, para comprender y acoger plenamente el misterio de la salvación divina, realizada en el don total de sí por amor, debemos dejarnos conducir por Él a un lugar desierto y elevado, distanciándonos de las mediocridades y de las vanidades", dijo el papa.

"Es necesario ponerse en camino, un camino cuesta arriba, que requiere esfuerzo, sacrificio y concentración", dijo. "Estos requisitos también son importantes para el camino sinodal que, como Iglesia, nos hemos comprometido a realizar".

"Como en cualquier excursión exigente de montaña, a medida que se asciende es necesario mantener la mirada fija en el sendero; pero el maravilloso panorama que se revela al final", escribió el Papa Francisco.

Del mismo modo, “el proceso sinodal parece a menudo un camino arduo, lo que a veces nos puede desalentar", dijo, "pero lo que nos espera al final es sin duda algo maravilloso y sorprendente, que nos ayudará a comprender mejor la voluntad de Dios y nuestra misión al servicio de su Reino".

El Cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, presentó el mensaje de Cuaresma en una conferencia de prensa en el Vaticano.

La Cuaresma es un tiempo para que los católicos "trabajemos en nosotros mismos" y comprendamos que "un cambio de mentalidad -- la conversión -- y la naturaleza comunitaria de la vida humana son labores benditas, de las que depende 'algo maravilloso y sorprendente' para este mundo quebrantado", dijo el cardenal.

"Si queremos una Cuaresma de caridad, si creemos que la oración y el ayuno tienen efectos reales en el mundo", dijo, "debemos ampliar la idea de la limosna a algo más grande, a saber, la idea bíblica de la restitución."

"El camino es la misión. Y la misión es la caridad, que pone en cuestión una organización del mundo y de la Iglesia que puede parecer inmutable, pero que es cambiante, porque es fruto de decisiones, de la libertad", dijo.

Cuando se le preguntó por el papel del ayuno como forma de penitencia, el Cardenal Czerny dijo que el ayuno también tiene un lado positivo, ya que es una forma de "liberación y un gesto de solidaridad con los que no tienen nada que comer".

"De hecho, comemos demasiado y, tal vez, de forma irresponsable, por lo que el ayuno nos reorienta hacia una forma de comer y beber más acorde con nuestra vocación" como seguidores de Cristo, dijo.

El cardenal también dijo que el dicasterio relanzará elementos del mensaje del Papa cada semana durante el período de 40 días de Cuaresma para ayudar a las parroquias a vivir su propia "transfiguración" de una manera más práctica.

Se anima a la gente a seguir la campaña #Cuaresma2023 en las cuentas de Twitter e Instagram del dicasterio y a descargar nuevos materiales cada semana desde su sitio web: humandevelopment.va/es.