CIUDAD DEL VATICANO -- La seguridad mundial no puede garantizarse mediante el almacenamiento de armas nucleares, sino que debe centrarse en una "distribución equitativa de los bienes del mundo", dijo el Papa Francisco.

En un mensaje a los líderes del G7 reunidos en Hiroshima, Japón, del 19 al 21 de mayo, el Papa escribió que el lugar de la cumbre internacional "proclama con fuerza la inadecuación de las armas nucleares para responder eficazmente a las grandes amenazas actuales a la paz y para garantizar la seguridad nacional e internacional".

El Papa recordó su visita de 2019 a Hiroshima en la que dijo que el uso de armas nucleares es "un crimen no sólo contra la dignidad de los seres humanos, sino contra cualquier futuro posible para nuestra casa común".

Los líderes de los países industrializados más ricos del mundo, incluido el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, participaron en la cumbre del G7, que este año se centró en gran medida en China y en la guerra de Ucrania. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, participó como invitado y viajó a Japón como parte de una gira diplomática que también le llevó a Arabia Saudita y a Europa. El 13 de mayo se reunió con el Papa Francisco en el Vaticano.

En su mensaje del 19 de mayo, el Papa instó a los líderes del G7 a considerar "el catastrófico impacto humanitario y medioambiental" que supondría el uso de armas nucleares, así como "el despilfarro y la mala asignación de recursos humanos y económicos que implica su desarrollo", añadiendo que la mera posesión de armas nucleares crea un "clima de miedo y recelo" que compromete la confianza entre las naciones.

"En este contexto, las armas nucleares y otras armas de destrucción masiva representan un multiplicador del riesgo que sólo ofrece una ilusión de paz", escribió.

El Papa Francisco dijo que, especialmente tras la pandemia del COVID-19 y con la persistencia de conflictos armados, incluida "la devastadora guerra que se libra ahora en suelo ucraniano", los actores internacionales deben desarrollar una visión integral de la seguridad global que incluya garantizar el acceso a los alimentos y al agua, la atención sanitaria, las fuentes de energía y el respeto al medio ambiente.

"Un concepto integral de seguridad puede servir para anclar el multilateralismo y la cooperación internacional entre actores gubernamentales y no gubernamentales basándose en la profunda interconexión entre estas cuestiones", escribió, dando lugar a "un enfoque de cooperación multilateral responsable".

En el documento final de la cumbre, los líderes del G7 subrayaron su compromiso con el Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares de 1968, en el que las potencias nucleares, incluidos Estados Unidos y Rusia, acordaron perseguir el desarme nuclear con vistas a la eliminación definitiva de sus arsenales nucleares.