El papa Francisco criticó este domingo a los cristianos “adormecidos” que “rezan como papagayos” porque esta actitud los hace vivir indiferentes y con apatía.

“Estén atentos porque no se puede ser un ‘cristiano adormecido’, ya sabemos que hay muchos, cristianos anestesiados por la mundanidad espiritual, sin impulso espiritual, sin ardor en la oración, que rezan como papagayos, sin entusiasmo por la misión y sin pasión por el Evangelio”, sostuvo antes del rezo del Ángelus dominical desde una ventana del Palacio Apostólico.

Comentando el evangelio del día, en el que Jesús invita a “levantarse y alzar la cabeza porque precisamente en los momentos en que todo parece acabado, el Señor viene a salvarnos; esperarlo con alegría incluso en medio de las tribulaciones, en las crisis de la vida y en los dramas de la historia”, Francisco invitó a los fieles a no permitir que su vida espiritual se vuelva mediocre.

“De las palabras de Cristo se desprende que la vigilancia está ligada a la atención: estar atentos, no distraerse, es decir, ¡estar despiertos! La vigilancia significa esto: no permitas que tu corazón se vuelva perezoso y que tu vida espiritual se ablande en la mediocridad”, dijo.

Porque, sostuvo, esta actitud lleva a “dormitar, a seguir adelante por inercia, a caer en la apatía, indiferentes ante todo excepto con lo que nos conviene”.

“Y esa es una vida triste, no hay felicidad ahí”, avisó desde la ventana a los fieles en la Plaza de San Pedro.

Incluso en los días más ajetreados, dijo Francisco en el primer domingo de Adviento, “no descuidemos la oración. La oración del corazón puede ayudarnos, repitiendo a menudo breves invocaciones”.

“Este tiempo de preparación para Navidad es hermoso: pensemos en el pesebre, pensemos en la Navidad, y digamos con el corazón: ‘Ven, Señor Jesús, ven’”.

Apelo en favor de los migrantes

Después del rezo del Ángelus, el papa Francisco denunció que millones de migrantes hoy atraviesan situaciones de peligro, son torturados e incluso reducidos a la esclavitud.

“¡Cuántos inmigrantes se ven expuestos también en estos días a peligros grandísimos y cuántos pierden la vida en nuestras fronteras! Siento dolor por las noticias de la situación en la que se encuentran muchos de ellos”, dijo el Papa.

Francisco recordó a los 27 fallecidos el miércoles en un naufragio del Canal de la Mancha, a los migrantes que se ahogan en el Mediterráneo o los que se encuentran en la frontera entre Polonia y Bielorrusia.

“Siento mucho dolor pensando en ellos, los que son repatriados al norte de África son capturados por los traficantes, transformados en esclavos, venden a las mujeres, torturan a los hombres”, dijo.

El pontífice lamentó que estos migrantes se juegan la vida cruzando el mar “buscando una tierra de bienestar, y encontraron allí, en cambio, una tumba”.

“A los inmigrantes que se encuentran en estas situaciones de crisis les aseguro mi oración y también mi corazón: sepan que les estoy cerca”, afirmó.

Francisco agradeció a todas las instituciones, tanto de la Iglesia como ONGs, que se encargan de “aliviar” el sufrimiento de los migrantes, y renovó su llamado “a quienes pueden contribuir a resolver estos problemas, especialmente a las autoridades civiles y militares, para que el entendimiento y el diálogo se impongan finalmente a cualquier tipo de instrumentalización y orienten sus voluntades y esfuerzos hacia soluciones que respeten la humanidad de estas personas”.