El Papa Francisco destacó que este 8 de septiembre la Iglesia Católica celebra la fiesta de la Natividad de la Virgen María y ofreció tres breves enseñanzas a los fieles reunidos para la Audiencia General que se llevó a cabo en el Aula Pablo VI del Vaticano.
En primer lugar, el Santo Padre destacó que “esta fiesta nos recuerda que Dios es fiel a sus promesas y que, a través de María Santísima, ha querido habitar entre nosotros” por lo que rezó para que “¡la alegría de acoger su presencia de paz y de alegría esté en cada uno de ustedes!”.
Luego, el Papa invitó a pedir a nuestra Madre “que nos ayude a redescubrir la belleza de ser hijos de Dios y, superando las diferencias y los conflictos, nos ayude a vivir como hermanos”.
Por último, el Santo Padre señaló que el día de la Natividad de María, Madre del Señor, recuerda que “como hermanos y hermanas de Jesús, María es también nuestra Madre” por lo que alentó a que “¡Formemos una familia con Jesús y María!”.
“¡Que la Santísima Virgen los proteja y los acompañe siempre!”, concluyó el Papa.
Fiesta de la Natividad de María
La celebración de la fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María es conocida en Oriente desde el siglo VI. Fue fijada el 8 de septiembre, día con el que se abre el año litúrgico bizantino, el cual se cierra con la Dormición, en agosto. En Occidente fue introducida hacia el siglo VII y era celebrada con una procesión-letanía, que terminaba en la Basílica de Santa María la Mayor.
El Evangelio no nos da datos del nacimiento de María, pero hay varias tradiciones. Algunas, considerando a María descendiente de David, señalan su nacimiento en Belén. Otra corriente griega y armenia, señala Nazareth como cuna de María.
Sin embargo, ya en el siglo V existía en Jerusalén el santuario mariano situado junto a los restos de la piscina Probática, o sea, de las ovejas. Debajo de la hermosa iglesia románica, levantada por los cruzados, que aún existe -la Basílica de Santa Ana- se hallan los restos de una basílica bizantina y unas criptas excavadas en la roca que parecen haber formado parte de una vivienda que se ha considerado como la casa natal de la Virgen.