ROMA — Si pensabas que los italianos solo estaban obsesionados con el fútbol, piénsalo de nuevo. Con el cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco aún a días de comenzar, otro juego se ha adueñado de la Ciudad Eterna. Bienvenido al "toto-cardinale", un ritual entusiasta, algo irreverente y completamente italiano de adivinar quién será el próximo papa, llamado en las casas de apuestas (prohibidas en Italia) "toto-papa".

Es como si toda Roma, desde monaguillos hasta taxistas, se hubiera convertido de repente en experto en cónclaves. El Vaticano podrá mantener bajo estricta vigilancia la Capilla Sixtina, pero en las calles, plazas e incluso en las trattorias, las especulaciones corren salvajes —y todos están seguros de saber quién lidera la carrera.

Voluntarios de seguridad como expertos papales

Fuera de los muros del Vaticano, donde periodistas de todo el mundo se han congregado —muchos de los cuales no sabrían distinguir al cardenal filipino Luis Antonio Tagle del cardenal Peter Turkson de Ghana—, emerge otra clase de expertos: los voluntarios de protección civil de Emilia-Romaña, desplegados para mantener el orden entre los peregrinos. Con chalecos azul y amarillo y walkie-talkies, su misión es guiar a los peregrinos en duelo hacia la Basílica de San Pedro. Pero en la práctica, se agrupan con los reporteros para intercambiar “información privilegiada” sobre avistamientos de cardenales.

“Hemos estado jugando al 'toto-cardinale' toda la mañana”, admite un voluntario, entre indicaciones para el control de seguridad bajo la columnata de Bernini. “Jean-Marc Aveline, de Marsella, es fuerte —el mejor de los europeos. Tal vez Anders Arborelius, de Estocolmo, también. Pero Pierbattista Pizzaballa, el Patriarca Latino de Jerusalén… es demasiado ‘papable’. Ya sabes lo que dicen: quien entra papa, sale cardenal”, comenta, refiriéndose a un adagio popular.

Cuando se le pregunta por sus fuentes, baja la voz y sonríe con complicidad: “Fui compañero de colegio de uno de los cardenales. Cenamos juntos el lunes (el día de la muerte del Papa Francisco, el 21 de abril)."

“Él es papable... y valoro más una amistad que hacer noticia. ¡Especialmente si se convierte en el sucesor de Pedro!”

La servilleta sagrada de la Hostaria Da Roberto

A la vuelta de la esquina está la Hostaria Da Roberto. Aquí, los “rigatoni alla norcina” son sagrados, y los cardenales han sido vistos disfrutándolos. Ahora, con el próximo papa siendo tema tan candente como la pasta recién hervida, camareros y periodistas libran su propio cónclave. Un mesero veterano saca su arma secreta: una servilleta arrugada llena de nombres. No revela sus fuentes.

“Periodistas, cardenales —todos creen saber. Pero aquí vale el dicho: revela el pecado, no al pecador”, guiña antes de desaparecer para traerle un espresso a esta reportera insomne.

Taxis y balones de fútbol

Hoy, subirse a un taxi en Roma es escuchar otra predicción sobre el futuro papa. Marco, autoproclamado experto vaticanista, clama que “ya es hora de que el papado vuelva a Italia”.

“Pizzaballa tiene el espíritu correcto. Es italiano, aunque haya pasado su sacerdocio en Tierra Santa. ¿Recuerdas cuando en 2023 se ofreció en intercambio por niños secuestrados por Hamas? Esa es la valentía que necesitamos”, afirma mientras zigzaguea por el tráfico romano.

¿Los únicos que no juegan? Los cardenales

Paradójicamente, los cardenales —que pronto estarán encerrados en oración y reflexión— son los únicos que no participan en el juego de adivinanzas. “Sottovoce”, apenas en voz baja, podrían decir "sí, tal vez, no" si se les pregunta por algún nombre, pero en su mayoría rehúsan pronunciarse.

“Nadie entra al cónclave sabiendo el resultado”, comenta un veterano observador del Vaticano. “Lo único seguro es que el Espíritu Santo también tiene voto”.

Mientras tanto, Roma sigue jugando su deporte favorito hasta que salga la fumata blanca —y aun entonces, no esperes que todos estén de acuerdo sobre si su candidato fue elegido o no.

Porque aquí, entre un funeral papal y un cónclave, el verdadero deporte no es el “calcio”, sino el arte antiguo, alegre y absolutamente italiano de creer —de verdad— que tú, tu camarero o tu taxista saben quién será el próximo papa.

Inés San Martín escribe para OSV News desde Roma. Es vicepresidenta de comunicaciones de las Obras Misionales Pontificias de Estados Unidos.

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Inés San Martín
Inés San Martín es periodista argentina y jefa de la oficina de Roma de Crux. Ella es una colaboradora frecuente de Ángelus.