CIUDAD DEL VATICANO  -- Todo católico que participe en la celebración de la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores, el 28 de julio, podrá recibir la indulgencia plenaria, anunció el Vaticano.

"Los abuelos, los mayores y todos los fieles que, movidos por un verdadero espíritu de penitencia y de caridad", asistan a Misa o a otros servicios de oración como parte de la celebración de la jornada, pueden recibir la indulgencia, que "puede aplicarse como sufragio por las almas del Purgatorio", dice el anuncio publicado el 18 de julio por la Penitenciaría Apostólica, el tribunal vaticano encargado de conceder las indulgencias.

El Vaticano dijo que la indulgencia también puede aplicarse a quienes "dedicarán un tiempo adecuado a visitar a los hermanos mayores necesitados o en dificultad", como los enfermos, los solitarios o los discapacitados.

Para recibir la indulgencia plenaria, que consiste en la remisión de la pena temporal debida por los pecados cometidos, la persona debe mostrar desapego al pecado, confesarse, recibir la Eucaristía y rezar por las intenciones del Papa. El anuncio exhortaba también a los sacerdotes a que "se pongan a disposición, con espíritu dispuesto y generoso", para escuchar confesiones.

La indulgencia también está disponible para "los mayores enfermos y a sus cuidadores, así como a todos aquellos que no pudiendo salir de casa por un motivo grave", se unan espiritualmente a las celebraciones, que serán retransmitidas a través de diversos medios de comunicación, y ofrezcan "al Dios misericordioso sus oraciones, dolores o sufrimientos de su vida".

El Papa Francisco celebró la primera Jornada mundial de los abuelos y de los mayores en 2021 y decretó que se celebre cada año el domingo más cercano a la festividad de los santos Joaquín y Ana, los abuelos de Jesús.

En su mensaje para la celebración de este año, el Papa Francisco se centró en el problema del conflicto intergeneracional, calificándolo de falacia y fruto envenenado del conflicto.

Dedicado al tema "En la vejez no me abandones" del Libro de los Salmos, el mensaje del Papa aseveró que los ancianos no deben ser acusados de cargar a las generaciones más jóvenes con sus gastos médicos y pensiones -- una noción que fomenta el conflicto intergeneracional y lleva a las personas mayores al aislamiento.

"La soledad y el descarte de los mayores no son casuales ni inevitables, son más bien fruto de decisiones -- políticas, económicas, sociales y personales -- que no reconocen la dignidad infinita de toda persona", escribió el Papa.

El Papa animó a todas las personas a expresar su gratitud a quienes, a menudo con gran sacrificio, "se están ocupando de un anciano, o sencillamente muestran cada día su cercanía a parientes o conocidos que no tienen a nadie".