El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy entrega un regalo al Papa Francisco durante un encuentro en el Vaticano el 11 de octubre de 2024. (CNS photo/Vatican Media)
CIUDAD DEL VATICANO - El Papa Francisco y el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy se reunieron por tercera vez desde la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, centrando su conversación en la repatriación de ciudadanos ucranianos retenidos en cautiverio ruso.
«La cuestión de la repatriación de nuestra gente fue el tema principal de mi encuentro con el Papa Francisco», publicó Zelenskyy en X tras la reunión del 11 de octubre en el Vaticano. «Contamos con la asistencia de la Santa Sede para ayudar a traer de vuelta a los ucranianos que han sido tomados cautivos por Rusia».
En Roma como parte de una gira de 36 horas por Europa, que incluía paradas en el Reino Unido, Francia y Alemania, Zelenskyy visitó el Vaticano la mañana después de reunirse con la Primera Ministra italiana, Giorgia Meloni.
Su encuentro con el Papa en la biblioteca del Palacio Apostólico duró 35 minutos y fue seguido de conversaciones con funcionarios de la Secretaría de Estado vaticana. Según un comunicado del Vaticano emitido tras los encuentros, en las conversaciones se abordó «el estado de la guerra y la situación humanitaria en Ucrania, así como las vías para ponerle fin, conduciendo a una paz justa y estable en el país.»
«Además, se examinaron algunos asuntos relacionados con la vida religiosa del país», prosigue el comunicado.
El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, visitó Ucrania en julio y se reunió con Zelenskyy; el cardenal y el arzobispo Paul R. Gallagher, ministro de Asuntos Exteriores del Vaticano, se reunieron con el presidente tras su encuentro con el Papa.
Sin hacer mención específica a Ucrania, un post de la cuenta del Papa Francisco en X tras la reunión afirmaba que «todas las naciones tienen derecho a existir en paz y seguridad. Sus territorios no deben ser atacados, y su soberanía debe ser respetada y garantizada a través de la paz y el diálogo.»
El Papa Francisco y el Presidente Zelenskyy se reunieron por última vez en el sur de Italia el 14 de junio, al margen de la cumbre del Grupo de los Siete. Zelenskyy también se había reunido con el Papa en el Vaticano en mayo de 2023 y, en febrero de 2020, antes de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia.
Mientras que el papa Francisco y funcionarios del Vaticano han expresado anteriormente la voluntad de la Santa Sede de actuar como mediador entre Rusia y Ucrania, Zelenskyy ha solicitado públicamente el apoyo del Vaticano para organizar el regreso de los civiles ucranianos capturados por Rusia.
Después de que Rusia liberara a 10 prisioneros en junio, entre ellos dos sacerdotes, el presidente ucraniano reconoció públicamente los esfuerzos de la Santa Sede para mediar en la liberación en un post en X.
En su post tras la reunión del 11 de octubre con el Papa, Zelenskyy señaló la muerte de la periodista ucraniana Viktoria Roshchyna en cautiverio ruso, de la que informaron funcionarios de Kiev. «Muchos otros periodistas, figuras públicas, jefes de comunidades de los territorios ocupados y gente corriente que fueron capturados durante la ocupación rusa permanecen en cautiverio ruso», escribió en X.
El Papa Francisco confirmó en abril de 2023 que la Santa Sede había actuado como intermediaria en varias negociaciones de intercambio de prisioneros entre Rusia y Ucrania. El cardenal italiano Matteo Zuppi, de Bolonia, fue nombrado por el Papa su enviado de paz para Ucrania y ha estado trabajando para conseguir el regreso de los niños ucranianos llevados a Rusia.
Como ya hizo durante su visita en mayo de 2023, Zelenskyy entregó al Papa un obsequio en el que destacaba la difícil situación de los niños ucranianos afectados por la guerra. El 11 de octubre le regaló un óleo titulado «La masacre de Bucha. La historia de Marichka», que representa a una niña encontrada en medio de la devastación de la ciudad ucraniana de Bucha. Durante su anterior visita, Zelenskyy regaló al Papa un póster parecido a una imagen mariana con una figura oscura donde normalmente estaría el niño Jesús para conmemorar a los 243 niños que murieron durante los primeros 58 días de la invasión rusa a gran escala.
A cambio, el Papa regaló al presidente una escultura de bronce que representa una flor brotando entre ladrillos e inscrita con las palabras «La paz es una flor frágil», así como un libro sobre los católicos ucranianos perseguidos durante la era soviética.
El Papa Francisco se había reunido el 10 de octubre con el arzobispo mayor Sviatoslav Shevchuk, jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana, que se encuentra en Roma participando en el Sínodo de los Obispos sobre la sinodalidad. El Papa dijo al arzobispo Shevchuk que seguiría «utilizando todas las herramientas diplomáticas de la Santa Sede para poner fin a la guerra en Ucrania». El arzobispo, a su vez, dijo al Papa Francisco que algunos rusos estaban promoviendo la «militarización de la religión», y le agradeció sus continuos esfuerzos para organizar la liberación de prisioneros, según un comunicado de la oficina del arzobispo.